Bariloche tras el temporal: quedan las quejas y una imagen dañada

Los comerciantes del área céntrica recibieron la mayor parte de los reclamos de los turistas que quedaron varados en la ciudad por la intensa nevada.

Los comerciantes del área céntrica recibieron la mayor parte de los reclamos de los turistas que quedaron varados en la ciudad por la intensa nevada.

Muy atrás quedó el fantasma de la gripe A, los casos de hantavirus, los incendios forestales y hasta la erupción del volcán que dejó el aeropuerto de Bariloche inoperable por casi 7 meses. La última nevada –la más intensa de los últimos 21 años– y el cierre del aeropuerto cosechó tantas críticas por parte de algunos turistas, que trascendieron las fronteras del país.

Los comerciantes del área céntrica recibieron la mayor parte de reclamos de quienes no podían regresar a casa. Muchos consideran que los trastornos “impactarán negativamente en el destino turístico”. “Recién el martes, el municipio sacó las máquinas para levantar la nieve. Los frentistas tampoco se preocuparon por despejar las veredas. Era imposible transitar”, cuestionó Jovita, propietaria de un comercio de alquiler de equipos de esquí. “En nuestro caso
–añadió–, optamos por ir a los hoteles a buscar los equipos alquilados, considerando que la gente no podía llegar y tampoco cobramos extra por demoras. Pero no todos tuvieron la misma contemplación”.

Daiana trabaja en un comercio de venta de golosinas próximo a la oficina de Aerolíneas Argentinas. “Fue una vergüenza. Muchas personas que hacían la cola afuera de la empresa para saber qué pasaría con sus vuelos entraban al local muertas de frío, indignadas por la falta de respuestas y decían que no volvían más a la ciudad. Vivimos de la nieve. Esto no nos puede pasar”, dijo la joven.

La Asociación Hotelera Gastronómica de Bariloche confirmó la pérdida de reservas y una caída del 5% de la ocupación en lo que va de julio.

Carla trabaja en un kiosco en la primera cuadra de calle Mitre y admitió que desde el viernes “no paran de recibir quejas por parte de la gente”. “Nos contaban que les cobraban 90 pesos el termo de agua caliente en el aeropuerto. Muchos nos dijeron que no volvían más y que la próxima se iban a Brasil que era mucho más económico”, remarcó.

Otros minimizaron las complicaciones. “Fue una catástrofe como cuando explotó el volcán. Es como si hubiera un huracán en el Caribe. Son cosas que pueden pasar. Hay muy poca gente en la ciudad pero no creo que tenga que ver con la nevada sino con la crisis económica”, expresó Alejandra, dueña de un local de productos regionales.

En la misma línea, Ivana, empleada de una chocolatería, señaló que “para los turistas, la nevada es un día más de vacaciones. Los barilochenses, en cambio, están alterados por la falta de luz, de agua y porque hay demoras en el transporte urbano”.

La voz de la calle en el día después
“Fue una catástrofe, como cuando explotó el volcán. Es como si hubiera un huracán en el Caribe. Son cosas que pueden pasar”. Alejandra, dueña de un local
“Fuimos a los hoteles a buscar los equipos alquilados, ya que la gente no podía llegar, y no cobramos extra por demoras”. Jovita, dueña de un comercio

Fuente: río Negro