De los más de 200 caballos carreros que hay en Salta hasta ahora solo se entregaron 19

Fueron derivados a fundaciones de rehabilitación de personas. Sobre el resto de los animales sigue la incertidumbre. Mañana se cumplen dos meses desde la prohibición de la tracción a sangre en la ciudad.

Fueron derivados a fundaciones de rehabilitación de personas. Sobre el resto de los animales sigue la incertidumbre. Mañana se cumplen dos meses desde la prohibición de la tracción a sangre en la ciudad.

Mañana se cumplirán dos meses desde que se ordenó que los carros tirados a caballo no circulen por las calles de la capital salteña. A pesar de que esa disposición existía por ordenanza desde 2011, fue la actual administración municipal la que tomó la decisión de hacer cumplir la norma y, de hecho, desde el 4 de agosto no se vieron esos vehículos de tracción a sangre en la ciudad.

La determinación del intendente Gustavo Sáenz de erradicar los carros surgió un día después de una criticada manifestación de carreros, realizada en febrero pasado en el monumento al general Gemes, donde un grupo de proteccionistas fueron ferozmente atacados cuando protestaban por el supuesto maltrato hacia los equinos.

La medida, según entendieron los que velan por los derechos de los animales, fue para proteger la salud de los cuadrúpedos. Sin embargo, a 60 días del inicio del programa de reconversión de las tareas que realizaban los carreros, poco se sabe sobre el estado y el futuro de más de 200 caballos, que son los que hacían los trabajos forzados por los barrios de Salta.

Incertidumbre

Hasta ahora se entregaron nueve de esos animales a la fundación de Equinoterapia del Azul y otros diez a la Fundación Anidar. Sobre el resto nadas se sabe.

Si bien el acuerdo entre la comuna y los 202 carreros adheridos al plan oficial de reconversión no establecía la entrega obligatoria de los equinos, se preveía, de manera informal, que quienes no contaban con los recursos para mantener a sus caballos los podían donar a diferentes instituciones.

Desde la Municipalidad suponían que la mayoría iba a ser entregada, más teniendo en cuenta las dificultades económicas que atraviesan los carreros y que solo alimentar de manera básica a un caballo cuesta unos $1.000 por mes, sin contar los eventuales gastos veterinarios y el posible alquiler de un espacio en un campo para mantenerlos.

La situación de incertidumbre había sido advertida incluso antes del 4 de agosto por los proteccionistas. La filial salteña del Movimiento Argentino de Protección Animal (MAPA) había presentado una nota a la Municipalidad en la que cuestionaba la falta de claridad sobre el destino de los caballos y los controles que iban haber sobre los mismos.

Elena Cataldi, presidenta de Equinoterapia del Azul, contó en un entrevista con Radio Salta que de los nueve caballos que recibió, seis se encontraban en pésimo estado de salud.

«Estaban muy flacos y en algunos casos estaban lastimados, se ve que los habían maneado y uno tenía un agujero en la cara por una bichera», dijo la titular de la institución de rehabilitación.

Explicó que el compromiso que asumieron con la comuna fue reubicar a los animales que recibieron. A los que estaban en buenas condiciones se los dieron a familias de pacientes de la fundación y a otra entidad de Rosario de Lerma.

Fuente: El Tribuno