Puigdemont decide si declara la independencia de Cataluña

Hoy hablará ante el Parlamento. Nuevos pedidos para que renuncie a la proclamación se suman a derecha e izquierda.

Hoy hablará ante el Parlamento. Nuevos pedidos para que renuncie a la proclamación se suman a derecha e izquierda.

La peor crisis política de la democracia española afronta 24 horas dramáticas en las que el presidente catalán, Carles Puigdemont, decidirá si cede a amenazas y apelaciones de derecha e izquierda, o declara la independencia como le exigen sus aliados.

El último llamamiento a Puigdemont para que renunciase a la proclamación lo hizo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, asegurando que ésta pondría en peligro “la cohesión social”.

“Los resultados del 1 de octubre no pueden ser un aval para proclamar la independencia”, dijo en una declaración institucional, solicitando al mismo tiempo al jefe de gobierno de español, Mariano Rajoy, que no suspenda la autonomía de Cataluña y que retire los refuerzos policiales enviados a la región.

El ejecutivo de Rajoy fue más allá: si Puigdemont sigue adelante “habrá que tomar medidas”, advirtió la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, en declaraciones a la emisora de radio COPE. Y pidió a los independentistas “que no se tiren al precipicio”.

Hoy, Puigdemont tendrá una primera oportunidad de proclamar la independencia en su comparecencia ante el Parlamento regional catalán -a las 13 de Argentina- tras el referendo de autodeterminación prohibido del 1 de octubre. Según su ejecutivo en éste la secesión logró el 90% de los votos con una participación del 43%.

La última vez que un gobierno catalán declaró la independencia, en 1934, su presidente Lluís Companys acabó en la cárcel, un hecho que este lunes un dirigente del Partido Popular de Rajoy, Pablo Casado, le recordó a Puigdemont.

La vicepresidenta eludió concretar si el gobierno aplicaría el artículo 155 de la Constitución española, que prevé la suspensión e intervención del gobierno regional catalán, pero deslizó que el Senado debería ser parte de la respuesta, y es precisamente la Cámara Alta la que debe dar el visto bueno a esa medida.

El líder del primer partido de la oposición española, el socialista Pedro Sánchez, también pidió a Puigdemont que “pare las máquinas y no haga la declaración unilateral de independencia”.

En una entrevista el domingo, Puigdemont dio a entender que, si Madrid no acepta una mediación, seguirán adelante con la secesión.

“Hemos abierto la puerta de la mediación, y hemos dicho sí a tantas opciones de mediación como nos han planteado (…) Pasan los días, y si el Estado español no contesta positivamente, nosotros haremos lo que hemos venido a hacer”, advirtió Puigdemont.

Hipótesis a futuro

¿Qué pasaría si el gobierno de Cataluña declara la independencia de todos modos o si finalmente no lo hace?

Estos son los seis posibles desenlances:

-Intervención: El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, podría suspender el ejecutivo regional que dirige Cataluña bajo el sistema de autonomías.

El Artículo 155 de la Constitución de España dice que si el gobierno de una región “vulnera sus obligaciones constitucionales o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España” Madrid puede “tomar las medidas necesarias” para obligarlo a cumplirlas.

Negociaciones: Puigdemont no declaró inmediatamente la independencia tras el referendo prohibido del 1 de octubre, y dice que está abierto a las negociaciones o a una mediación.

Rajoy dice que sólo dialogaría con Puigdemont si los separatistas catalanes abandonan su apuesta por la independencia en consonancia con la Constitución española.

Detenciones: El gobierno de España insiste en que la independencia es ilegal y los tribunales dictaminaron que el referendo violó la Constitución.

Esto plantea la posibilidad de que la policía española arreste a Puigdemont y a otros líderes separatistas si declaran la independencia.

Disturbios: Las medidas de Madrid para imponer su autoridad en Cataluña corren el riesgo de provocar nuevas protestas o incluso disturbios en la región.

En un síntoma de la posibilidad de violencia, la policía cargó contra votantes desarmados mientras intentaba cerrar los colegios electorales durante la celebración del referendo.

Papel de la UE: Puigdemont ha pedido la mediación de la UE, que tanto la Comisión Europea como Rajoy han rechazado.

Con la idea de no debilitar a Rajoy, la Unión Europea sólo ha pedido diálogo entre las dos partes.

Los líderes catalanes dicen que quieren seguir siendo parte de la Unión Europea, pero Bruselas dice que una Cataluña independiente saldría automáticamente y tendrá que volver a demandar el ingreso para unirse.

“Los otros gobiernos de la UE tienen poco interés en involucrarse”, escribieron en una nota los analistas del grupo de inversión Lombard.

“No quieren enredarse en una confrontación desordenada o alentar a los movimientos separatistas”.

Recular: Si los independentistas catalanes se inclinan ante la presión en el último minuto y no declaran la independencia, la supervivencia política de Puigdemont estaría en duda. La crisis se alargaría, pero con Rajoy fortalecido.

Sin una declaración de independencia, Puigdemont corre el riesgo “de ver desvanecerse el impulso” independentista, escribieron los analistas de TS Lombard. “En última instancia, probablemente se verá obligado a continuar con el patrón existente de confrontación y escalada”.

Fuente: Los Andes