Los «Sin Tierra» brasileños ocupan un ministerio reclamando reforma agraria
Los campesinos sin tierra ocuparon ayer un ministerio en defensa de la reforma agraria y repudiaron la violencia en el campo, mientras la ONU expresó su "preocupación" sobe el trabajo "esclavo" en Brasil.
18/10/2017 EL MUNDOLos campesinos sin tierra ocuparon ayer un ministerio en defensa de la reforma agraria y repudiaron la violencia en el campo, mientras la ONU expresó su «preocupación» sobe el trabajo «esclavo» en Brasil.
Unos quinientos miembros del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) ingresaron cerca de las 5.40 horas (7.40 GMT) en el ministerio de Planificación en el centro de Brasilia, a pocas cuadras del Palacio de la Presidencia.
«Lo que estamos viendo es que todos los recursos del gobierno están yendo para el latifundio, para el agro-negocios, para la bancada ruralista y nada para la reforma agraria» declaró Marina, Marina Ricardo Nunes, miembro de la dirección nacional del MST.
La dirigente campesina, que participó en la invasión del Ministerio de Planificación, aseguró que su organización no dejará de «luchar» contra el gobierno de Michel Temer para que «cumpla» con la asignación de recursos para la reforma agraria prevista en el Presupuesto de la Unión de 2017.
Otros grupos del MST invadieron hoy las oficinas del Instituto de Colonización y Agraria, del gobierno federal, en los estados de San Pablo, Minas Gerais y Rio Grande do Sul como parte del plan de «lucha de octubre».
Los labriegos también denuncian ser víctimas de una «creciente» violencia por parte de grupos armados que estarían al servicios de finqueros.
Según los «Sin Tierra» desde 1985 no se registraron tantos «conflictos por la tierra» como los ocurridos este año y en 2016.
Un informe de la Comisión Pastoral de la Tierra, de la Iglesia Católica, indicó que en 2016 fueron asesinados 61 campesinos relacionados directa o indirectamente con 1.536 disputas por la tierra.
Ese estudio fue presentado la semana pasada ente el Supremo Tribunal Federal.
La situación empeoró este año, ya que hasta el mes pasado hubo 63 asesinatos de indígenas, quilombolas (afro-descendientes radicados en tierras originales) y trabajadores rurales.
«Uno de los motivos» por los que aumentó la violencia fue el «relajamiento de la fiscalización del Estado en las zonas rurales» dijo hoy Leonardo Sakamoto, asesor del Fondo de las Naciones Unidas sobre Formas Contemporáneas de Esclavitud.
El gobierno brasileño modificó las normas y alteró la estructura de los organismos que fiscalizaban el trabajo esclavo a través de un decreto reciente.
Hay tres problemas que están «vinculados unos con otros», que son la «esclavitud, la reforma agraria y la violencia en el campos», dijo el especialista Sakamoto.
«No estamos hablando de una cosa pequeña, desde 1995 el Estado brasileño liberó a 50 mil campesinos que estaban sometidos a la esclavitud, con este cambio de política va a ser más complicado liberar campesinos».
Leonardo Sakamoto, que es doctor en Ciencias Políticas, agregó que «los cambios en las políticas públicas sobre el trabajo esclavo decididas por el gobierno fueron un retroceso que ya comenzó a tener repercusión internacional».
Ayer, las Naciones Unidas expresaron su «preocupación» al tomar conocimiento del paquete de medidas del gobierno.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), vinculada a la ONU, manifestó su «preocupación» ante el decreto que alteró el programa de combate a los sometimientos «análogos al trabajo esclavo».
A partir de esta resolución «Brasil dejó de ser una referencia en la comunidad internacional en el combate a la esclavitud», señaló la OIT.