Unos 4.500 jóvenes rosarinos se capacitan en oficios

El programa destinado a jóvenes de entre 16 y 30 años que abandonaron sus estudios muestra un notable crecimiento también en las inserciones laborales.

El programa destinado a jóvenes de entre 16 y 30 años que abandonaron sus estudios muestra un notable crecimiento también en las inserciones laborales.

El programa Nueva Oportunidad, que capacita a jóvenes de entre 16 y 30 años que abandonaron sus estudios, continúa mostrando un notable crecimiento: en lo que va del año, unos 4.500 jóvenes están participando de algunos de los 234 espacios de capacitación y aprendizaje de oficios que se desarrollan en todos los distritos de la ciudad.

La cifra fue dada a conocer tras el inicio de nuevos espacios de capacitación que se produjo en el mes de septiembre, y que se desarrollan en unas 100 instituciones de la sociedad civil con las que se cerraron convenios, y en organismos del propio Estado. La intendenta Monica Fein recordó que «nuestro compromiso era llegar a 3.500 en el año en curso», como fue anunciado a principios de este año durante el mensaje de apertura de las sesiones ordinarias del Concejo.

«Esto habla de una política pública que ubica entre las prioridades del Estado a los jóvenes con menos recursos y posibilidades; pero fundamentalmente de la seriedad y responsabilidad con la que abordamos este trabajo», dijo la intendenta.

Para dar una idea del notable crecimiento del Nueva Oportunidad, vale señalar que este programa se inició con 300 chicos en 2013, y ya en 2016 contaba con 2.500 jóvenes, entre varones y mujeres de los barrios más populosos del gran Rosario. Este año, esa cifra casi se duplicó.

Los espacios de aprendizaje se reparten en todos los rincones de la ciudad: 56 de ellos en el distrito Oeste, 45 en el Sur, 33 en el Centro, 31 en el Noroeste, 30 en el Norte, 29 en el Sudeste y 10 en el marco de la Dirección de Justicia Penal Juvenil.

El rubro que más espacios de aprendizaje reúne está vinculado a la construcción y el mantenimiento, seguido por el gastronómico, capacitaciones vinculadas a lo artístico, la estética y el sector audiovisual y de comunicación.

A trabajar

El Nueva Oportunidad demostró también un importante incremento de las inserciones laborales de los jóvenes que forman parte de los cursos de capacitación en oficios. En los primeros tres trimestres del año, ya son 55 los jóvenes que fueron insertados en el mercado laboral, cuando durante todo el año 2016 la cifra fue de 36. Los distritos Oeste y Sur son los que cuentan con mayor cantidad de jóvenes incorporados; y les siguen el Norte, Noroeste, Centro y el Sudoeste de la ciudad.

Entre los rubros que más jóvenes insertaron se destaca el de mantenimiento en general (que incluye a sectores ligados a la construcción y a la higiene urbana), con 22 jóvenes que ingresaron a una instancia de entrenamiento. En tanto, 17 jóvenes iniciaron su primera práctica laboral como operarios.

Otros rubros con inserciones laborales del Nueva Oportunidad son: ventas (cuatro), limpieza (tres), cajero (tres), telemarketer (tres), repositor (dos) y jardinero (uno). En cuanto a las modalidades de inserción, 29 jóvenes lo hicieron a través de entrenamientos laborales de programas provinciales y nacionales (como el flamante Nexo Empleo), 23 por prácticas pre-cooperativas (impulsadas por la Municipalidad de Rosario a través de convenios con cooperativas de la ciudad) y tres por el programa de inserción laboral.

Las prácticas o entrenamientos laborales tienen una duración de entre seis meses y un año, y consisten de jornadas de 4 horas de lunes a viernes en horarios diurnos. La permanencia de los jóvenes no implica una relación laboral con las empresas o cooperativas donde realizan la experiencia, “pero es una primera experiencia de trabajo, que puedan sumar para poder transitar el mercado laboral”, indicó Ayelén Treggia, coordinadora del programa Nueva Oportunidad en la Dirección de Empleo municipal. “Muchas veces, pasado ese período de entrenamiento, quedan efectivos trabajando”, agregó.

Seguimiento

Todos los jóvenes que ingresan a los entrenamientos laborales reciben un seguimiento por parte de la Dirección de Empleo del municipio. “Los llamamos para ver en qué situación están, cómo andan, hacemos reuniones mensuales”, explica Treggia. “En la medida en que vayan apareciendo situaciones problemáticas, vamos articulando encuentros en pos de resolver las situaciones”, suma.

En ese sentido, la coordinadora advierte que existe un “período de adaptación en el marco del espacio de trabajo que los jóvenes necesitan los primeros meses para empezar a adaptarse a un conjunto de pautas y reglas”. “A algunos les cuesta más que a otros sostenerlo, pero se trabaja muy fuertemente en la adaptación”, aporta.

Fuente: Sin Mordaza