Una ola amarilla que cubrió el país
El Gobierno celebró un triunfo que le permite ampliar su representación en el Congreso aunque sin conseguir mayoría propia en ninguna de las dos cámaras. Cristina Kirchner celebró el crecimiento de Unidad Ciudadana.
23/10/2017 El PaísEl Gobierno celebró un triunfo que le permite ampliar su representación en el Congreso aunque sin conseguir mayoría propia en ninguna de las dos cámaras. Cristina Kirchner celebró el crecimiento de Unidad Ciudadana.
Mauricio Macri y María Eugenia Vidal fueron los protagonistas de los festejos en el búnker de Costa Salguero.
El gobierno de Cambiemos redondeó ayer un gran triunfo electoral nacional que incluyó a los cinco principales distritos del país. En el más resonante, en la provincia de Buenos Aires, el candidato a senador Esteban Bullrich superó con el 41,3 por ciento de los votos contra el 37,2 por ciento de la candidata de Unidad Ciudadana Cristina Kirchner. “Es un día muy importante, hoy confirmamos nuestro compromiso por el cambio”, sostuvo Mauricio Macri en el tradicional escenario festivo de Costa Salguero. El primer abrazo que dio en medio de los globos y los papelitos fue con la gobernadora María Eugenia Vidal.
“Este es sólo el principio, recién estamos empezando a transformar la Argentina”, anunció Macri en tono reeleccionista. Su discurso sonó parecido al que pronunció en agosto después de las primarias y al de todos los suyos en general. “Somos la generación que está haciendo el cambio”, repitió. La frase fue latiguillo ayer en el desfile por el escenario, la dijeron todos. El triunfo dará aire al Gobierno para encarar las “reformas” que anticipó para después de las elecciones.
Pese a la derrota, la primera de su extensa trayectoria política, Cristina Kirchner será senadora y se consolidó como la dirigente opositora con más votos, mientras que algunos gobernadores justicialistas que se proponían como opción para liderar la renovación del PJ tuvieron una jornada negra. La ex presidenta celebró el crecimiento de la fuerza respecto a las primarias, algo que no pudieron conseguir otros opositores como Sergio Massa y Florencio Randazzo que perdieron miles de votos en el camino. “Unidad Ciudadana ha venido para quedarse. Será la base de la oposición efectiva a este gobierno”, anunció.
En las elecciones de ayer se elegían 127 diputados y 24 senadores. Participó el 78 por ciento del padrón, un poco más que en las PASO. En la Cámara baja, Cambiemos sumará con la elección de ayer unos 24 diputados –la mitad sólo de la provincia de Buenos Aires– y se consolida como la primera minoría, aunque aún lejos de contar con una mayoría propia. Un panorama similar se da en el Senado. Cambiemos también mejoraba su representación dado que renovaba tres y obtuvo 12 bancas aunque seguirá a distancia de los 37 necesarios para obtener quórum propio.
En el total del país, Cambiemos y aliados superaron en 5 puntos lo que cosecharon en las primarias. Pese a todo lo que las criticaron, tanto en 2015 como en esta ocasión, las PASO resultaron de enorme beneficio para Cambiemos porque el “efecto ballottage” que generan hasta ahora jugó a su favor. En algunas provincias consiguió dar vuelta la derrota de las primarias –Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Chaco, La Rioja– aunque también había algunas en las que ocurrió lo contrario. En San Luis, por ejemplo los Rodríguez Saá revirtieron de manera sorprendente la amplia derrota sufrida en las primarias y confirmaban su histórica supremacía. Lo mismo en La Pampa, donde la lista apadrinada por el gobernador Carlos Verna se imponía anoche por unos 500 votos.
Buenos Aires
En un escrutinio mucho más veloz que el tortuoso de las PASO, pasadas las 22 ya se veía firme el triunfo de la fórmula para el Senado de Esteban Bullrich y Gladys González que rankeaba por entonces por encima del 42 por ciento gracias al traslado de casi 5 puntos que perdía la alianza 1País de Sergio Massa y Margarita Stolbizer respecto a las PASO. Sin el mute que le aplicaron durante la campaña con protagónico excluyente de la gobernadora Vidal, Bullrich pudo explayarse un poco en el escenario ganador. Sostuvo que había vencido “el espíritu que sacó a la provincia del abandono”. En los discursos de Cambiemos se repiten los mismos mensajes. Por ejemplo, “no ganamos nosotros, ganamos los bonaerenses”. Cuando el público se entusiasmó con el “no vuelven más”, Vidal los paró y dijo que no había que dividir. Y le dedicó un reconocimiento especial a Elisa Carrió.
Cambiemos ganó en seis de las siete secciones de la provincia, Unidad Ciudadana sólo se impuso en la tercera. Como se sabía, la fuerza macrista arrasó en el interior bonaerense y en las tres grandes ciudades: La Plata, Bahía Blanca y Mar del Plata. La fuerza de Cristina Kirchner no consiguió revertir la diferencia con su triunfo en los distritos más populosos. En La Matanza, Unidad Ciudadana arañaba el 50 por ciento, superando por 20 puntos a Cambiemos. Además, los intendentes del peronismo mantenían la supremacía en la mayoría de los municipios que gestionan, lo mismo que Cambiemos que se recuperaba de las derrotas en las primarias en Pilar, Lanús y Quilmes.
Sergio Massa apareció temprano para reconocer su derrota, con una sangría de votos a favor de Cambiemos. Muy lejos de aquel espectacular triunfo de cuatro años atrás, el massismo parece en etapa de disolución. Massa, que quedará sin lugar en el Congreso, lanzó críticas hacia el kirchnerismo y propuso diálogo al oficialismo. En la ciudad de Buenos Aires, su candidato Matías Tombolini quedó por debajo del FIT.
Serio, Florencio Randazzo dijo que había cumplido el objetivo de mantener los 600 mil votos de las PASO, aunque en verdad perdía 100 mil y sólo conseguía una banca a diputado nacional. Pidió “más humildad y más autocrítica” dentro del peronismo, aunque se incluía entre los que debían llamarse a reflexión.
El FIT, con el 5,3 por ciento, redondeaba una buena elección y obtenía dos bancas de diputados. El frente troskista también hizo un buen papel en la Ciudad aunque por décimas no conseguía un tercer diputado que, al cierre de esta edición, sí podía obtener si llegaba al segundo puesto en Jujuy.
En la Ciudad
Esta vez con Elisa Carrió como candidata, el PRO ratificó su cómoda hegemonía en la Capital arañando el 51 por ciento de los votos. La diputada habló de “una Argentina con derechos y sin violencia”. Luego de un cierre de campaña teñido por sus desafortunadas declaraciones sobre Santiago Maldonado, Carrió ayer pudo desquitarse con su festejo en el escenario en el que recordó a Macri.
Daniel Filmus, candidato de Unidad Porteña, celebró su ratificación como principal oposición en CABA con el 21,7 por ciento, lo que también implicaba un crecimiento respecto a la primaria en la que compitió con otras fuerzas. En general, punto más, punto menos, la posición fue similar al de las primarias. Martín Lousteau quedaba con un pálido 12,3 por ciento, y el FIT superaba al massismo y a la fuerza de Luis Zamora. El reparto de bancas quedaban ocho para Cambiemos, tres para Unidad Porteña y dos para Lousteau.
El resto
Fue una mala jornada para los gobernadores que se ofrecen para encabezar la “renovación” del peronismo para 2019 con las victorias de Cambiemos en provincias como Salta, Córdoba, Chaco y Entre Ríos. El caso de Salta fue especial porque el gobernador Juan Manuel Urtubey pensaba lanzar hoy mismo su campaña para la presidencia. A las 19, cuando todavía faltaba bastante para la carga de los primeros datos oficiales, Urtubey salió a reconocer su derrota en la provincia e incluso felicitó a Macri, con quien se lleva de maravillas aunque eso parece no reportarle votos.
Córdoba se consolidó como uno de los distritos favoritos de Macri. Héctor “Coneja” Baldassi ganó la elección con el 48,4 por ciento contra el 30,5 por ciento del delasotismo. El kirchnerismo conseguía una banca gracias al 9,7 por ciento del candidato Pablo Carro.
En Chaco, el peronismo fue dividido, obtuvo menos que en las primarias, y lo pagó con un triunfo de Cambiemos. Lo mismo sucedía en Entre Ríos, donde Cambiemos llegaba al 53,2 por ciento. En La Rioja, Cambiemos ganó diez puntos con respecto a las PASO y le infligió una derrota a Carlos Menem, quien no obstante era reelecto como senador.
El peronismo, en tanto, mantenía su dominio en distritos como Formosa, Tucumán, Catamarca y San Juan. También confirmó el triunfo en las primarias en Río Negro y Tierra del Fuego. Pero en estos dos casos, gracias a la maniobra de fuerzas provinciales que buscaron congraciarse con el gobierno de Macri y bajaron sus listas, Cambiemos conseguía un diputado en cada una.
En Santiago del Estero era el único lugar donde también se elegía gobernador. Allí Gerardo Zamora –de origen radical y antiguo aliado al kirchnerismo– no tuvo inconvenientes en confirmar su supremacía superando el 65 por ciento de los votos.