Comenzará a funcionar la Planta de Tratamiento y Transferencia de Residuos en Paraná

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En breve, la planta de tratamiento y transferencia de residuos que construyó el municipio estará en condiciones de empezar a funcionar • Pero para sistematizar la basura que se genera a diario en la ciudad es necesario también poner en práctica una secuencia de pasos previos y posteriores: la separación en origen y la disposición final

El proceso de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) que impulsa la Municipalidad de Paraná tiene su pívot en la planta de clasificación y transferencia (ya probada y pronta a concluirse), ubicada en inmediaciones del Volcadero. Cálculos oficiales indican que en aproximadamente 60 días podría estar en condiciones de funcionar. Si bien la puesta en marcha de este establecimiento es un gran avance, no soluciona por sí mismo el problema de las 250 toneladas de basura que a diario se generan en la ciudad.

Es necesario también implementar una secuencia de pasos previos como la separación en origen y la optimización de la recolección. Al mismo tiempo, debe garantizarse el funcionamiento de la cooperativa de trabajo que operará la planta y resolverse la disposición final de los residuos orgánicos e inclasificables o sin valor comercial.

• En casa

Uno de los momentos ineludibles para la gestión de la basura es la separación domiciliaria. Esto agilizaría y mejoraría el tratamiento que se realizará en la planta. En este sentido, desde la Secretaría de Medio Ambiente de Paraná se vienen realizando trabajos con escuelas y promotores ambientales. Sin embargo, falta poner en movimiento los mecanismos para implementar la separación.

Al respecto, el responsable del área, Leonardo Centurión, indicó a EL DIARIO que la misma “comenzará a medida que funcione la planta. En breve, tendría que salir la marca de la campaña de concientización” que está elaborando el área de Comunicación comunal.

Otro escalón ineludible antes de llegar a la planta es la logística en la recolección y el transporte de la basura. En este sentido, se han colocado en las calles céntricas aproximadamente 100 contenedores. A su vez, se observa el trabajo de camiones, lavadoras y barredoras. Sobre este tema, Centurión dijo: “tenemos un avance. Los contenedores han sido un éxito”, sostuvo.

La inversión para la compra de los primeros 500 depósitos y de los automotores fue de $14 millones. El funcionario indicó que el proyecto es tener “2.000 contenedores y ocho camiones en cinco años”.

Por fuera del sistema de contenedores, la recolección manual se ha visto afectada últimamente por los conflictos gremiales. Además, algunos de los camiones de distintas unidades municipales no se encuentran en las mejores condiciones mecánicas.

• Pivot

La planta de tratamiento y transferencia ya cuenta con máquinas montadas en altura, cintas transportadoras, pasarelas, tolvas y enfardadoras. Está ubicada entre las calles Siria, Ameghino y Base Primavera. La inversión ronda los $15 millones.

Allí se podrían desempeñar 150 personas que hoy sobreviven de la recolección de los residuos que llegan al Volcadero. La capacidad de producción de la planta es de 20 toneladas por hora y la labor se podrá dividir en tres turnos. En ese ámbito, los residuos inorgánicos (plástico, vidrio, cartón, papel, y otros) serán enfardados y vendidos.

Para la puesta a punto de la planta son necesarias obras complementarias que se encuentran por fuera de las dos licitaciones principales. “Se trata de la construcción de un playón circunvalar por donde circularán los vehículos, el playón de recepción, la edificación de sanitarios, comedor, vestuario y oficinas administrativas y la instalación eléctrica y de los motores” indicó Centurión. “Hasta tanto no haya un servicio de seguridad las 24 horas los motores no se van a colocar”, agregó.

En principio, los residuos orgánicos e inclasificables (fracción de rechazo sin valor comercial) seguirán siendo depositados en el basural a cielo abierto lindero a la planta. “El primer beneficio es que no llegará más al Volcadero lo inorgánico combustible”, aseguró el secretario de Medio Ambiente.

El plan contempla la constitución de un relleno sanitario o de un predio para la disposición final de los residuos no reciclables. Su lugar de emplazamiento todavía está por definirse.

Al respecto, el Concejo Deliberante aprobó, por mayoría, el 4 de abril pasado una ampliación presupuestaria de $2 millones para la adquisición de un terreno para este fin.

Cooperativa. La propuesta para la operación de la planta es que los recicladores conformen una cooperativa. Centurión aclaró que todavía falta que la misma se instituya y que la entidad requerirá “la administración del funcionamiento diario y de la venta de lo producido”. Queda por definir si de esto se encargará sólo el municipio o se hará en conjunto con los miembros de la cooperativa. De todos modos, el producido corresponderá a la cooperativa.

• Impacto

Los residuos depositados a cielo abierto generan humo (por la quema intencional), gases y lixiviados (producto de su descomposición); todos elementos contaminantes del suelo, el agua y el aire.

• Los “dueños”

En la actualidad, el trabajo sobre la basura funciona más o menos así: los desechos que cada camión descarga en el Volcadero tienen su “dueño”. Se trata de una persona o una familia que es propietaria de lo que llega en tal o cual unidad municipal según un “código” o “ley” no escrita entre los trabajadores informales de la basura. A su vez, en la jerarquía de los recuperadores existe una segunda labor conocida como “rejuntador” que busca sobre la basura que descarta el “dueño” del camión.

Lo recolectado por “dueños” y “rejuntadores” es comprado por los “barraqueros”, quienes a su vez la venden a compradores más grandes.

Con el nuevo plan de gestión, la intención es que los residuos sean propiedad de la comuna y que lo producido se reparta entre los trabajadores de la cooperativa que opere en la planta.

Fuente: APF Digital