Tandil: una histórica fábrica automotriz cierra y prepara “retiros voluntarios” para tapar la crisis

Ante el inminente cierre, desde la planta de Renault en Tandil están pagando indemnizaciones a más de 150 trabajadores para generar “despidos encubiertos”.

Ante el inminente cierre, desde la planta de Renault en Tandil están pagando indemnizaciones a más de 150 trabajadores para generar “despidos encubiertos”. La fábrica era una de los símbolos industriales más importantes de la ciudad.

La planta de Renault en Tandil está por cerrar y para eso la fábrica está ofreciendo indemnizaciones como “retiros voluntarios”. La histórica industria automotriz que se instaló en la ciudad desde hace década y que formó parte de la cultura laboral de la comunidad. Se estima que son más de 150 los trabajadores afectados.

Lo curioso es que –tal como ha pasado con otras industrias en la provincia- la misma decide cerrar habiendo resistido a otros duros embates como la década de los 90´ y la crisis del 2001. Ahora, para evitar un conflicto generalizado, la empresa ha decidido acordar con los trabajadores con una buena indemnización para generar condiciones de retiros voluntarios.

El Secretario General de la UOM Tandil, Carlos Romano, dijo para un medio local que “Renault no viene con un plan de inversiones, viene solamente a sacar gente entregándoles mucha plata”.

“Me pregunto qué se hace con quienes no quieren irse, o los jóvenes que pretenden cuidar el trabajo ya que es una plantilla que ingresó hace poco, además de 12 contratados que no sabemos qué puede llegar a pasar”, se preguntó el gremialista.

Los despidos entonces son, de alguna forma “encubiertos”, ya que tras el manto de las indemnizaciones se esconde una industria que dejará de funcionar y con ella toda una cultura de prosperidad y oportunidades para los tandilenses.

Respecto a la actitud que mantiene la empresa y el silencio de los funcionarios provinciales y nacionales, Romano indicó que “la política que hay es el achicamiento, el vaciamiento y esta oferta son despidos encubiertos, con muchísima plata”.

La fábrica había soportado un duro golpe a partir de la crisis económica inaugurada a partir del año 2000 y su estallido en diciembre de 2001. A partir de allí se avizoró un antes y un después, que lastimosamente concluye finalmente en estos días de 2017, con un gobierno nacional que sin embargo no deja de repetir la palabra “inversión” como una receta que salvará a la economía del país.

Un accidente laboral que se volvió una tragedia cuando tres obreros murieron en la fábrica, fue otro de los golpes finales para que la planta de Renault comience a proyectar su cierre.

“Me parece que tenemos que juntarnos y ver de qué manera podemos comprometer al sector político, gremial y empresarial para mantener los puestos de trabajos. Tandil se queda sin industria y nadie aporta nada para sostener el empleo a los trabajadores, realmente es una lástima”, concluyó el secretario general de la UOM de Tandil, Carlos Romano.

Fuente: Infocielo