La discusión por la reelección de intendentes en Santa Fe está en punto muerto

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El debate que disparó Sergio Massa sobre el límite a los mandatos de los intendentes bonaerenses, tiene su correlato en Santa Fe, donde el gobernador Antonio Bonfatti propuso ideas similares para todos los cargos electivos a través de una reforma constitucional, pero la iniciativa se mantiene «congelada» ya que no encontró predisposición de los partidos políticos para avanzar en el plan reformista.

La reelección del gobernador, la extensión a cuatro años de los mandatos de los jefes comunales (actualmente sólo gobiernan por dos años) y una sola reelección para todos los cargos electivos (intendentes, concejales, diputados y senadores) figuraban en el borrador que Bonfatti comenzó a tratar con los partidos con representación parlamentaria en la provincia.

Bonfatti también propuso que una reforma constitucional deberá incluir el Consejo de la Magistratura y la autonomía de los municipios. Además incluía la representatividad en ambas Cámaras por acceso de mayorías y minorías.

El mandatario provincial inició una ronda de consultas con las fuerzas políticas en febrero pasado, pero la «agenda dura» de la realidad política santafesina sepultó por ahora cualquier intento reformista.

«Si hay una reforma que permite la reelección del gobernador, voy a respetar la Constitución por la que juré. No voy a ser candidato a gobernador otra vez», despejó en su momento Bonfatti, para restarle argumentos en contra a la idea de la reforma.

La ronda de consultas comenzó con los integrantes del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS). Si bien hubo acuerdo en la necesidad de adecuar la actual Constitución, no hubo demasiado consensos dentro de la UCR, cuyos principales dirigentes juzgaron poco oportuna la idea y plantearon enfocarse en los temas urgentes de gestión.

El mismo planteo recibió de los partidos opositores. Cuando fue el turno de sentarse en la mesa, Unión PRO Federal, la fuerza que lidera Miguel Del Sel, también puso reparos y argumentó que había temas más urgentes a tratar que una reforma constitucional, como el problema de la inseguridad y el narcotráfico. Lo mismo planteó el PJ, por lo que el plan reformista de Bonfatti quedó en punto muerto.

Fuente: La Capital de Rosario