Sierra Grande sin usina nuclear

El gobernador Alberto Weretilneck descartó la construcción de una central nuclear en Sierra Grande. Pero aprobó el reclamo vía judicial. Vecinos y ambientalistas en estado de alerta.

El gobernador Alberto Weretilneck descartó la construcción de una central nuclear en Sierra Grande. Pero aprobó el reclamo vía judicial. Vecinos y ambientalistas en estado de alerta.

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, descartó que se construya una central nuclear de energía eléctrica en la localidad de Sierra Grande en 2020, tras la consulta popular no vinculante que realizó el municipio. La consulta había sido impulsada por el intendente Nelson Iribarren y el senador nacional Miguel Pichetto, y a la misma no concurrió el 76 por ciento del padrón electoral. El mandatario también sostuvo que “a esta altura el único camino que queda es el judicial, planteando la autonomía municipal nada más y la soberanía del pueblo de Sierra Grande”. El referente del Movimiento Antinuclear de Chubut (MACH), Pablo Lada, advirtió a este diario que la posición del funcionario es por lo menos “ambigua. Rechazó la instalación y al mismo tiempo parece aconsejar y avalar a quienes quieren derogar la ley provincial que prohíbe la actividad.

Weretilneck afirmó que el tema de las centrales nucleares en la provincia está “cerrado, no nos vamos a desdecir de lo que hicimos –la Legislatura local aprobó el 1 de septiembre, con 44 votos a favor y uno en contra, la ley que prohíbe la instalación de una central nuclear en el territorio provincial–. Iribarren y Pichetto están en su derecho de la convocatoria popular, está bien que se consulte al pueblo y tienen derecho a explorar la vía judicial y la vía legislativa”.

La consulta popular del fin de semana pasado buscó la aprobación social de los vecinos de Sierra Grande para ir por la derogación de la ordenanza local que prohíbe la actividad y de la ley provincial. Sin embargo, a pesar de la escasa participación, sólo votaron 1671 personas, de un padrón de 6.787, el intendente sostuvo tras votación que van “a trabajar desde esta semana para modificar la legislación y avanzar en 2020 con el inicio de las obras”. En diálogo con este diario, el activista de Sierra Grande, del Movimiento Antinuclear Rionegrino (MAR), Gustavo Cifuentes, sostuvo que “mientras el intendente y el senador sean los que levanten la bandera del sí y sigan insistiendo y manifestándose en contra de la ley, están por presentar un pedido de nulidad, nosotros no vamos a bajar los brazos. Sabemos que el gobierno nacional busca cumplir el acuerdo con los chinos –la central en la Patagonia es producto de un gran acuerdo firmado entre el presidente Mauricio Macri y el mandatario chino Xi Jinping– y van a insistir”, y remarcó que “lo único que va a mantener la ley es la manifestación y la  movilización de la gente. Por eso el MAR va a realizar del 3 de enero al 8 de enero una caminata por toda la costa, para seguir concientizando y levantar la bandera contra la energía nuclear en la región”.

La marcha que va a recorrer 200 kilómetros, va a salir de la desembocadura del Río Negro, del balneario el Cóndor, hasta Puerto Lobos en Chubut, donde pasarán la posta a los locales.

En tanto, Lada, investigador en temas ambientales, explicó que “como siempre, vamos a contramano. Nos subimos al tren nuclear cuando todo el mundo se está bajando. Francia, uno de los países más nuclearizado del planeta, el 80 por ciento de su matriz energética depende de esa energía, quiere cerrar 17 centrales nucleares. Además, aporta un 5 o 6 por ciento de la energía, es muy costosa y tiene un riesgo ambiental enorme. Las dos centrales nucleares que quieren construir, según el Gobierno, cuestan 14 mil millones de dólares, entre el préstamo chino y lo que pone el propio Estado, y solo para 1870 MW. Y se genera una hipoteca nuclear con los residuos que recae sobre las generaciones futuras. El plutonio tiene 24.000 años de vida promedio, y hay que pensar que pasaron 70 años del comienzo de la era nuclear y no hay solución para los residuos, no hay repositorios, sólo guardas provisorias cuya gestión va a costar más que la producción de la energía. Y todo eso sin contemplar la posibilidad de un accidente. A Japón, Fukushima ya les costó mas de 100 mil millones de dólares”.

Fuente: Página 12