Cinco playas para visitar y disfrutar en Río Negro
Con mañanas calmas y atardeceres indescriptibles, según la hora se escuchan sólo la rompiente de las olas, pájaros costeros y muy poca gente alrededor.
22/01/2018 TURISMO1.- El Pescadero, sobre la desembocadura del río Negro, en El Cóndor, ofrece un espacio muy frecuentado por los lugareños. A lo largo del día y sobre la línea de la marea, suelen apostarse numerosas familias con sombrillas y paradores.
Su playa a pique, en pleamar, se convierte en un sitio ideal para el pejerrey. En ese momento del día los pescadores con red suelen tener una excelente oportunidad debido a que sobre el lecho hay una importante cantidad de lenguados.
Los visitantes, casi siempre oriundos de Viedma y Patagones, suelen llegar temprano para conseguir lugar para estacionar, que son escasos como consecuencia del avance de los médanos.
Este sector cuenta además con una bajada a la playa para que los aficionados a la pesca embarcada puedan meter las lanchas en el agua y, desde ahí, salir directamente al mar.
2.- La Segunda Bajada del Faro es una playa particular en el balneario El Cóndor. Allí se conjuga el ambiente turístico con el recreativo y la pesca deportiva.
También llamada Bajada de Picoto, surgió en los albores de la década del 80, cuando el pionero José Luis “Picoto” Fernández decidió buscar un lugar tranquilo de pesca, a unos 2 km de la villa turística, ya que los aficionados necesitaban nuevos sectores ante la proliferación de ruidosos vehículos en las playas del centro.
Desde que en el 2004 se hizo el tobogán de asfalto hasta casi la línea de pleamar, se viene consolidando como destino turístico. A medida que pasó el tiempo se ganó las preferencias de propios y extraños y aquí conviven los turistas y los pescadores.
Esta playa cuenta con servicio de guardavidas y hay un parador abierto desde las 8:30 en forma diaria, restaurantes, estacionamiento y servicios sanitarios.
3.- Las 4ª y 5ª bajadas, en Las Grutas, son las elegidas por adolescentes y jóvenes, que disfrutan de las actividades recreativas y deportivas que allí se organizan.
Entre los servicios, hay carpas para alquilar y paradores con amplios decks, sobre la arena, donde comer o beber a pocos metros del mar.
Durante el día se improvisan partidos de beach vóley, fútbol playa o truco. Más tarde los paradores ofrecen barra de tragos, bandas y DJ, como para disfrutar del atardecer con buena onda o quedarse a bailar hasta la madrugada. Ideal para aquellos que llegan de vacaciones con amigos y con muchas ganas de pasarla bien.
4.- La tranquilidad y la diversión conviven en la 7ª bajada, en Las Grutas, el lugar preferido por aquellos que buscan disfrutar de la jornada sin las aglomeraciones de las playas más céntricas.
Es un sector frecuentado por familias con niños, ya que cuenta con un enorme y divertido tobogán de agua ideal para los amantes de las zambullidas. El juego arranca en la vereda, sobre los acantilados, hasta caer en una pileta. Deslizarse cuatro veces por el tobogán cuesta $ 100.
Esta bajada también tiene un parador muy recomendado por su gastronomía tradicional. Un clásico imperdible: el churrasquito.
5.- En Playas Doradas, el balneario más austral de la provincia, la naturaleza aún se conserva salvaje y agreste.
Sin dudas lo que más impresiona al viajero es su inmensa playa de finas arenas con reflejos dorados, que se debe a la mezcla de cuarzo y conchillas. Son miles de metros cuadrados de arenas finas para disfrutar, caminar o simplemente tomar sol. En bajamar hay que recorrer casi 500 metros para llegar a mojar los pies en el mar.
Esta, junto a los 2.000 metros de norte a sur que tiene esta playa, es la característica principal: una planicie que nunca queda chica.
Con mañanas calmas y atardeceres indescriptibles, según la hora se escuchan sólo la rompiente de las olas, pájaros costeros y muy poca gente alrededor.
Esta inmensa playa está limitada por restingas donde se pueden apreciar pulpitos y cangrejos y, muy cerca, la desembocadura del arroyo El Salado, ideal para la pesca costera de lenguados y lisas.