Colombia: Santos suspende el diálogo con el ELN por una serie de atentados

El grupo extremista mató a 7 policías e hirió a 47 durante el fin de semana. Hundió así la inminente reanudación de las negociaciones de paz

El grupo extremista mató a 7 policías e hirió a 47 durante el fin de semana. Hundió así la inminente reanudación de las negociaciones de paz

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, suspendió el inminente reinicio de negociaciones de paz con el grupo extremista ELN luego de los atentados con bombas contra comisarías realizados por esa facción armada, que causaron durante el fin de semana la muerte de 7 policías y dejaron 47 heridos en la región de Barranquilla. «Para continuar la negociación de paz se exige un mínimo de coherencia. Al mismo tiempo mi paciencia y la del pueblo colombiano tienen sus límites», explicó el presidente, ante la ola de indignación nacional que causó la secuencia de tres atentados entre el sábado y el domingo. El ELN se adjudicó el domingo el peor de los tres ataques, pero a la vez reclamó continuar con los diálogos.

«He tomado la decisión de suspender la instalación del quinto ciclo de conversaciones que estaba prevista para los próximos días, hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones», afirmó el mandatario desde La Palma, en la región de Cundinamarca, después de una reunión con el jefe negociador con el ELN, Gustavo Bell. El mandatario señaló que las acciones cometidas por el grupo guerrillero lo obligan a asumir «la doctrina Rabin», por el fallecido ex premier israelí Ytzhak Rabin, quien afirmaba que «se combate el terrorismo con toda contundencia como si no hubiese negociación de paz, y se negocia como si no hubiese terrorismo». Esta línea de acción se aplicó con éxito con las FARC, desmovilizadas desde el año pasado.

El jefe de Estado agregó que el proceso de negociación «exige un mínimo de coherencia», por esta razón el «quinto ciclo de conversaciones se instalará cuando el ELN haga compatible su conducta con la exigencia de paz del pueblo colombiano y de la comunidad internacional». Santos también dijo que le solicitó a la fuerza pública «seguir cumpliendo sus deberes constitucionales con la máxima determinación. El gobierno ha sido generoso y ha mostrado su voluntad de paz, que no puede ser vulnerada por la coyuntura política. Se trata de una voluntad fundamentada en principios y en mi deber de proteger al pueblo colombiano».

Explicó el presidente que «el quinto ciclo de conversaciones se instalará cuando el ELN haga compatible su conducta con la exigencia de paz del pueblo colombiano y de la comunidad internacional». El domingo, luego del tercer atentado que causó dos nuevas muertes de policías, el ELN dio a conocer un comunicado en el que se hacía responsable por el primer y peor de los ataques. Paradójicamente, allí el grupo terrorista se declaraba abierto al diálogo y reclamaba determinadas exigencias.

Frente a esta soberbia del ELN, el presidente decidió lo único posible: suspender de plano toda negociación oficial y dar paso a un seguro endurecimiento de la acción militar contra el grupo marxista armado. El ELN no es militarmente las FARC, sino mucho más débil. Seguramente saldría mal parado de un ciclo prolongado de combates con las muy entrenadas fuerzas militares colombianas.

El ELN publicó por su parte un editorial en su página web en el que señala que mientras no se logre acordar un nuevo cese al fuego «seguirán ocurriendo acciones militares de lado y lado, tal como está aconteciendo actualmente. Entre más demora se dé para reanudar las sesiones de la mesa, que es el escenario propio y acordado para las conversaciones, más se alargarán el trabajo y los tiempos para acordar otro nuevo cese». Lo que no explicó el ELN es cómo cuadra con su presunta vocación negociadora la serie de tres bombas que colocó el fin de semana, con un saldo de siete policías asesinados y 47 heridos.

Aunque el ELN recoció el peor de los ataques, luego el gobierno le imputó los tres bombazos. La acusación fue hecha por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas,La confirmación oficial de la autoría es un golpe a la negociación de paz entre el gobierno y el ELN, suspendida desde el 10 de enero después de que expiró un cese bilateral del fuego de más de tres meses.

Fuente: La capital