La ultra, a la carga

Al electo presidente de Chile, Piñera, le llegaron dos cartas: una de diputados de la UDI reclamando que se reponga la pena de muerte y la otra, de represores que piden arresto domiciliario.

Al electo presidente de Chile, Piñera, le llegaron dos cartas: una de diputados de la UDI reclamando que se reponga la pena de muerte y la otra, de represores que piden arresto domiciliario.

Cinco diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) que reivindica el ideario del ex dictador Augusto Pinochet pidieron ayer al presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, que llame a un plebiscito para determinar si debe reponerse la pena de muerte, derogada en 2001. “La pena de muerte y su reposición es un concepto que debe ser discutido por los chilenos”, sostuvieron los parlamentarios de ultraderecha en una carta remitida a Piñera y divulgada por la prensa.

Los impúdicos firmantes dijeron que “hay seres humanos que no merecen ser alimentados y encarcelados, porque la maldad y el nulo respeto a la vida no permiten otra opción que la de pagar con su vida los atroces delitos cometidos”. Y agregaron: “si en Chile se puede o no reponer la pena de muerte es una decisión que es controvertida y los que niegan su reposición son básicamente abogados y ONG liderados por la izquierda chilena”.

La carta fue firmada por los diputados Osvaldo Urrutia, Ignacio Urrutia, Celso Morales, Pedro Álvarez Salamanca y Sergio Bobadilla, informó el diario conservador El Mercurio.

La pena de muerte fue derogada en 2001, durante el gobierno del presidente socialista Ricardo Lagos, y reemplazada por la prisión perpetua calificada, en la que el condenado no puede solicitar la libertad condicional antes de haber cumplido efectivamente 40 años de reclusión.

La iniciativa tuvo lugar en medio del estremecimiento causado esta semana por el caso de una niña a la que su padre golpeó, violó y asfixió en Puerto Montt. en el sur del país.

El tema dividió opiniones dentro de la misma UDI, donde se registró la adhesión del senador Iván Moreira y el rechazo del diputado electo Guillermo Ramírez. Moreira sostuvo que “la pena de muerte en Chile no está abolida porque la contempla el Código Militar; entonces, pena de muerte para el que traiciona al país en una serie de circunstancias, y al que mata, al que viola, que son verdaderos salvajes, como es el caso de Puerto Montt”. En tanto el diputado Ramírez sostuvo en Twitter: “Hace unos meses se aprobó el aborto con votos de izquierda; esta semana un diputado RN (Renovación Nacional, el partido derechista de Piñera) propuso legalizar la eutanasia; ahora, diputados de mi partido quieren restablecer la pena de muerte; yo creo en la cultura de la vida”.

A esta carta se suma otra firmada por 60 militares condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, detenidos en el penal de Punta Peuco. Los presos condenados por crímenes imprescriptibles  reclamaron al futuro gobierno de derecha que les otorgue el arresto domiciliario.

En la carta, según detalló su abogado Raúl Meza, los internos sostienen que “la familia militar entregó un voto de apoyo a la candidatura de Sebastián Piñera bajo una condición fundamental: que se cumplan las exigencias, por primera vez, y las promesas que se hicieron en el programa de gobierno” del electo mandatario.

La carta fue elaborada por Miguel Estay Reyno, alias “el Fanta” y condenado por el llamado “caso degollados”, el secuestro y asesinato de tres dirigentes comunistas en 1985, junto al ex director asistente de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) Raúl Iturriaga Neumann y Carlos Herrera Jiménez, condenado por el asesinato del sindicalista Tucapel Jiménez.

Durante su campaña proselitista, Piñera se comprometió a promover una ley para conmutar la pena a los reos con enfermedades terminales, de modo de que puedan pasar en sus casas sus últimos días. El próximo 11 de marzo asumirá su segundo mandato.

Fuente: Página 12