Intendentes del Gran Rosario planifican políticas para un área metropolitana
10/05/2014 MUNICIPIOSPor Marcelo Castaños / La Capital
Planificar un sistema unificado de transporte que conecte a las poblaciones de la región. Configurar parques metropolitanos alrededor de los cursos de agua. Concentrar la localización de plantas de tratamiento de residuos y proyectar servicios en grandes bloques urbanos. Aliviar rutas internas y facilitar la comunicación entre las ciudades. Son algunos objetivos que se plantea el Entre de Coordinación Metropolitana, que agrupa a 21 localidades del Gran Rosario y que ayer presentó sus directrices de ordenamiento territorial.
Fue anoche, en el Centro de Expresiones Contemporáneas (ver aparte), y adelante de los intendentes y jefes comunales que conforman este proyecto, que desde hace cuatro años vienen trabajando para generar consensos que permitan definir políticas conjuntas a nivel urbano, de servicios de transporte, recolección de residuos, obras hidráulicas y vialidad, entre otros conceptos.
Lo que se hizo ayer, concretamente, fue firmar un acuerdo para empezar a poner en práctica una serie de puntos acordados entre los municipios, que se tradujeron en las «directrices»: grandes ejes de trabajo y que «sintetizan los primeros acuerdos y consensos sobre políticas generales» para las administraciones involucradas.
Allí se explica que el área metropolitana concentra más de 1,3 millón de habitantes que residen en un espacio de aproximadamente 1.770 kilómetros cuadrados, un territorio donde vive el 40,9 por ciento de la población de la provincia de Santa Fe.
Desde 2010
En agosto de 2010, un grupo de municipios y comunas decidió conformar el Ente, con una mesa de trabajo para la promoción de políticas de impacto regional y el impulso del desarrollo de proyectos a escala metropolitana.
«Guiados por la convicción de que la cooperación horizontal es parte de la solución», trabajaron durante estos años en darle forma a aquel impulso. Hoy el ente metropolitano integra a 21 intendencias y presidencias comunales: Rosario, Arroyo Seco, General Lagos, Granadero Baigorria, San Lorenzo, Capitán Bermúdez, Funes, Pérez, Villa Gobernador Gálvez, Acebal, Alvear, Fighiera, Ibarlucea, Piñero, Pueblo Andino, Pueblo Esther, Ricardone, Soldini, Zavalla, Alvarez y Coronel Domínguez.
Allí definieron directrices como el establecimiento de patrones de urbanización y uso del suelo, protección y optimización de los recursos ambientales, accesibilidad y conectividad, desarrollo integral de servicios, saneamiento ambiental, infraestructura y coordinación estratégica y asociativa. Este último punto no es menor, ya que refiere a las distintas figuras jurídicas (consorcios, fideicomisos) para la gestión y el financiamiento de obras comunes entre distritos, como el tratamiento de residuos o acuerdos urbanísticos.
Lo inmediato
Si bien algunas de estas directrices plantean escenarios «de acá a 15 años», la directora general de la Unidad de Gestión, Mirta Levin, adelantó que una de las medidas a encarar en lo inmediato se vincula a un nuevo transporte metropolitano, que una a Rosario con distintas localidades y con la misma modalidad de pago y la unificación de tarifas, aprovechando el fin de las concesiones del servicio en Rosario.
Otro punto en el que pueden empezar a trabajar en el corto plazo es la pavimentación de calles paralelas a las rutas más transitadas para descomprimirlas. Un ejemplo es la posibilidad de abrir caminos paralelos a la ruta 11, en el Cordón Industrial, para el transporte público, y también en los corredores de las rutas 9 y 21. Asimismo, hay consenso en generar vías intercomunales que conecten localidades transversales para reducir el tránsito masivo a Rosario.
También, y en el marco de los acuerdos logrados, el área metropolitana, se planteó al Instituto del Transporte, que estudia la futura autovía en la ruta A012, que incluya entre los terrenos a expropiar un espacio para una futura traza ferroviaria.
«Estamos trabajando en un área técnica metropolitana, hicimos un exhaustivo diagnóstico y nos abocamos a definir las directrices de ordenamiento territorial, porque necesitamos trabajar sobre grandes líneas. Lo que se ha comprendido es que los desafíos compartidos y las demandas de los territorios son tangibles, concretas. Y se actúa en consecuencia, estableciendo marcos de trabajo» remató Levin.