Para la Provincia de Buenos Aires, los docentes le ganaron a la inflación en el binomio 2016-2017
Según los datos oficiales, los aumentos otorgados en 2016 y 2017 le ganaron a la suba de precios por un 0,5%. Economía plantea que las subas de haberes no tienen que ver directamente con la herramienta que se utilice.
09/03/2018 PROVINCIASSegún los datos oficiales, los aumentos otorgados en 2016 y 2017 le ganaron a la suba de precios por un 0,5%. Economía plantea que las subas de haberes no tienen que ver directamente con la herramienta que se utilice.
En medio de la discusión salarial que postergó el arranque de las clases en las escuelas públicas bonaerenses, desde la Provincia, salieron a contrarrestar la posición del Frente Gremial asegurando que, en los dos años de la gestión Vidal, la suba salarial del sector no sólo no perdió contra la inflación, sino que se ubica 0,5% del IPC acumulado durante el bienio 2016-2017.
El titular de Hacienda explicó que un sistema gatillo tiende a “amplificar y no a contener procesos inflacionarios
La explicación oficial admite, sí, una pérdida del poder adquisitivo durante 2016, cuando la suba salarial para el sector quedó anclada en 34.6%, pero –aseguran- “se recuperó en 2017”, con la aplicación de la cláusula gatillo por encima de la inflación anual.
La caída por debajo de la inflación 2016 tiene, sin embargo, una aclaración: para el Gobierno bonaerense, el IPC año se ubica por debajo del promedio país, y varios puntos menos que los medidos por las consultoras privadas.
Para entender la posición, hay que volver un par de años atrás: en el arranque de la gestión macrista, se produjo el denominado “apagón” estadístico que en el Gobierno atribuyeron a la modificación de la base de cálculo que debían reconstruir después del paso del kirchnerismo por el INDEC.
Mientras tanto, el Gobierno asumió como reales las mediciones del IPC-CABA y del IPC-San Luis, dos variables que gozaban de credibilidad por haber enfrentado la estrategia kirchnerista durante la gestión anterior.
No fue, sin embargo, la medición que Vidal consideró “oficial”. La Provincia se aferró a la elaborada por el BCRA. Una combinación de índices que además del de Capital –que además se toma como representativo del GBA- y el puntano, incorporó el de la provincia de Córdoba.
Ese análisis, perteneciente al Banco Central, determinó que la inflación para la zona Provincia, durante 2016, fue del 36.6%, algunos puntos por debajo de la medición nacional, que promedió los 40 puntos.
Siempre según las cuentas de la Provincia, los docentes perdieron durante 2016 2 puntos, contrastado con el 34.6% de aumento de la paritaria. Esa diferencia, sin embargo, se revirtió en 2017 donde –según los cálculos oficiales- los maestros obtuvieron 2.5% por encima de la inflación anual.
Entonces, según la versión a la que accedió INFOCIELO, en el período 2016-2017, la inflación acumulada fue del 61,4% y los haberes crecieron 61.9%, es decir, 0,5% más, la diferencia antes dicha a favor de los educadores.
De esta manera, si bien los docentes quedaron abajo 2% en 2016, en 2017 recibieron el 27,3%, cuando la cláusula gatillo indicaba un 24,8%. De esta manera se alcanza el número de 61,9, tras dos alzas de 34,6% y 27,3%.
En los dos encuentros paritarios anteriores fue el ministro de Economía Hernán Lacunza quien pidió no “endiosar” una metodología porque “a veces puede servir y a veces no”. En ese sentido, recordó que en todas las décadas anteriores no se utilizó el mecanismo gatillo “e igual se resolvieron los problemas”.
El titular de Hacienda explicó que un sistema gatillo tiende a “amplificar y no a contener procesos inflacionarios, transformando fenómenos transitorios y permanentes”. Para Lacunza, “la inflación está bajando y las circunstancias son distintas”. Por eso, para 2018, la propuesta incluye una nueva alternativa de una instancia de revisión en octubre.