Cierra una de las jugueterías más importantes del centro de Paraná
Por la crisis y las mermas en las ventas, cierra sus puertas "Big Factory", una de las jugueterías más conocidas del centro de Paraná. "Liquidación total. Todo al costo", dicen los carteles
15/05/2018 MUNICIPIOSPor la crisis y las mermas en las ventas, cierra sus puertas «Big Factory», una de las jugueterías más conocidas del centro de Paraná. «Liquidación total. Todo al costo», dicen los carteles, corroboró Elonce TV.
Quienes transitan habitualmente por el centro de Paraná se encontraron esta semana con una novedad que no pasó desapercibida. Los carteles en la vidriera de la juguetería ubicada en la esquina de Perú y Peatonal San Martín anuncian el cierre del tradicional comercio de la capital entrerriana, según corroboró Elonce TV.
El negocio, que también cuenta con artículos de librería, lleva casi 30 años funcionando en el lugar. Había abierto en 1989 como «Juguetería Rataplan». En la época del «Todo por dos pesos» cambió de nombre y desde entonces se llama «Big Factory».
Cambios de hábitos de consumo y una notoria caída en las ventas en los últimos meses, fundamentaron la medida. «Tomar una decisión así es muy dura, pero no tengo más opciones. No quiero fundirme o terminar en bancarrota. Cada vez se vende menos», dijo la dueña, maría Cristina Rouco.
«La vida es así. Hay que cambiar cuando algo no funciona, porque lo exige el camino de la vida», afirmó. «Fui empujada por las ventas a tomar la decisión», argumentó. El local seguirá con liquidación, en función de cómo se vaya desprendiendo de todo el stock disponible.
Si bien desde 2015 las ventas empezaron a flaquear, esto se ha acentuado últimamente. Y los cambios de hábitos juegan un rol central, según expresó, dado que los electrónicos como tablets o celulares le quitó mercado al rubro juguetería.
Y ejemplificó: «Antes vendíamos muñecas Barbie hasta los 12 años; hoy a esa edad las nenas no juegan más con muñecas, sino que van a bailar».
Citó también las compras por Internet, que la gente ha adquirido como hábito, por distintas razones o tal vez precios. «Obviamente hay una diferencia de costos y gastos con quienes tienen un local, porque esas ventas por Internet solo requieren una buena logística, lo único que hacen es repartir».
Enumeró la gran presión impositiva, los aportes patronales, y gastos como alquiler y tarifas de servicios, que terminan presionando sobre ingresos cada vez menores.
«En mi caso, como estoy hace muchos años, siempre hemos consensuado con el dueño del local, y eso se lo he agradecido permanentemente. Siempre fue extremadamente prudente y nos hemos puesto de acuerdo en una relación perfecta entre locatario y locador, nunca me cobró disparates. Pero en la Peatonal se está cobrando cualquier cosa, es imposible pagar esos alquileres», reflexionó en declaraciones a diario Uno.
Y sobre el nivel de ventas, refirió: «Desde agosto a esta parte, y fundamentalmente en los últimos dos meses, las ventas han sido desastrosas. Entonces he tomado esta decisión, porque no quiero quedarme sin nada, quiero con este pequeño capital poder pagar las indemnizaciones y cerrar bien».
Y tras reconocer el dolor por el cierre luego de tantos años, sostuvo: «La vida es así. Hay que cambiar cuando algo no funciona, porque lo exige el camino de la vida».