Por segunda vez, un edificio Municipal santafesino ganó la Bienal Internacional de Argentina
El ex Molino Marconetti, donde hoy funciona el Liceo Municipal, ganó el primer premio en la categoría Prácticas Públicas- Área Sustentabilidad Física y Social.
07/09/2018 MUNICIPIOSEl ex Molino Marconetti, donde hoy funciona el Liceo Municipal, ganó el primer premio en la categoría Prácticas Públicas- Área Sustentabilidad Física y Social.
Además el Nido – Escuela de Trabajo de Barranquitas obtuvo una distinción. En 2014, el Jardín de Barranquitas Sur se había quedado con el primer lugar en este concurso. “Es un premio para la Obra Pública de la Ciudad”, destacó Marcelo Pascualón, secretario de Planeamiento Urbano del Municipio. En julio el Marconetti y el Nido fueron seleccionados en otro certamen nacional.
Los edificios públicos realizados por el Gobierno de la Ciudad continúan obteniendo distinciones. Esta semana fue para la puesta en valor y refuncionalización del ex Molino Marconetti, donde actualmente funciona el Liceo Municipal Antonio Fuentes del Arco, que obtuvo el primer puesto en la Bienal Internacional de Argentina (BiA-AR), en la categoría Prácticas Públicas- Área Sustentabilidad Física y Social. Asimismo, en esta edición, además del primer premio que ganó el Marconetti, se entregaron tres distinciones, sin orden de mérito. El Nido – Escuela de Trabajo de Barranquitas, obtuvo una de ellas. Cabe destacar que es la segunda vez en el año que ambos edificios son destacados en un concurso: en julio el Marconetti y el Nido fueron seleccionados para el Premio Nacional ARQ-FADEA.
Por otra parte, vale recordar que en 2014, otro edificio municipal había obtenido el máximo galardón de la BIA-AR, que en esa oportunidad se realizó en Córdoba. Fue para el Jardín de Barranquitas Sur también en la categoría Prácticas Públicas- Sustentabilidad Física y Social. Cuatro años después, la obra pública del Municipio vuelve a ser distinguida por dos obras. La entrega de premios se realizará el 9 y 10 de octubre, en el teatro San Martín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Posicionamiento
Luego de conocer las noticia de las distinciones, Marcelo Pascualón, secretario de Planeamiento Urbano del municipio y Lucas Condal, subsecretario de Obras de Arquitectura, expresaron su satisfacción por estos logros. Pascualón indicó: “Es un premio importante porque es una bienal internacional que volvemos a ganar. Lo que hace este premio es posicionar y distinguir a las mejores prácticas de obras públicas del país. Estos galardones se dan en un proceso marcado de revalorización de la obra pública. Son reconocimientos que nos llenan de orgullo porque nos marcan que estamos en el camino correcto realizando obra pública de calidad. Logros como estos nos incentivan a seguir construyendo la ciudad que todos queremos”.
Obra pública de calidad
Con respecto al reconocimiento que tiene la obra pública Municipal, Pascualón destacó en principio “la fuerte decisión política de José, que hace posible que se lleven adelante estos proyectos arquitectónicos que hoy son premiados”. En ese sentido, recordó que “comenzamos con los Jardines Municipales, que fueron distinguidos y empezamos a tener pedidos de publicaciones en sitios especializados de arquitectura de todo el mundo. A partir de ahí las obras que construimos desde el Municipio tuvieron una amplia difusión en todo el mundo. Por otra parte, la bienal internacional de arquitectura de 2014 marcó un hito, porque fue la primera obra que postulamos y tuvo un reconocimiento internacional. En tanto, este nuevo premio viene de la mano de otras obras construidas y terminadas en 2017. Obras públicas es un categoría que tiene que ver con intervenciones en entornos particulares desde lo social”. El fu
Por su parte, Condal indicó que “más allá de los premios hubo otras instancias en las que las obras estuvieron postuladas y alcanzaron instancias de pre selección. El antecedente más cercano es haber participado en la Bienal de Arquitectura de Venecia, con la obra del Molino Marconetti. En ese caso no había premios sino que el mérito fue que hayan seleccionado una obra santafesina en el marco de trabajos que expresan la arquitectura contemporánea Argentina”.
Más galardones
Además, el Molino Marconetti y el Nido-Escuela de Trabajo de Barranquitas están en la etapa final del Premio Nacional ARQ-FADEA. Se trata de un certamen que organizan el suplemento ARQ-Clarín y la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA) con el objetivo de reconocer, de Ushuaia a la Quiaca, la mejor arquitectura nacional de la última década. “A eso le sumamos que el edificio del Molino Marconetti también está participando de un concurso de obras de valor patrimonial”, consignó Pascualón.
Bienal Internacional
La BIA-AR -Bienal Internacional de Arquitectura de Argentina- es un espacio social, expositivo y de relación orientado al intercambio de ideas, experiencias y oportunidades entre los agentes que participan en la construcción de los elementos que dan cobijo, espacio y lugar a las personas.
La singularidad de la BIA-AR está en su carácter nacional y federal, y simultáneamente internacional, por ofrecerse como un espacio transversal, participativo y común al mundo profesional, académico, empresarial y al ámbito público. También por su formato plenamente contemporáneo: apoyado y documentado en las tecnologías de información y comunicación, internet y las redes sociales.
Recuperar la historia
El emblemático edificio del ex Molino Marconetti, construido en la década de 1920 en el dique II del Puerto de Santa Fe, fue uno de los íconos de la historia económica de la provincia de principios del siglo XX. Su puesta en valor consistió en la conservación de sus guías internas centrales, tratando de cuidar su fachada y estilo originales. Actualmente allí funciona el Liceo Municipal. Las obras necesarias para el traslado se dieron en el marco de las políticas de recuperación de los espacios públicos, este proyecto en particular, comenzó a concretarse en 2014.
Las Escuelas de Diseño y Artes Visuales, de Música, de Danzas y la de Expresión Estética Infantil encontraron un espacio para el desarrollo adecuado de su trabajo cotidiano. Un total de 1.759 alumnos se movilizan a diario para el cursado de esas carreras en el Marconetti. Vale aclarar que además el Liceo alberga la escuela de Idiomas, pero esta funciona en otro edificio recuperado de la ciudad, el actual Centro de Convenciones Estación Belgrano. Allí asisten unos 1.441 alumnos.
La intervención en el Marconetti demandó casi $ 52 millones aportados por el Municipio a través del Fondo de Asistencia Educativa (FAE). Se inauguró en abril del año pasado. La recuperación comprendió la nivelación de suelo, la instalación de servicios básicos y la restauración de un local anexo, que funciona como camarín para artistas. Además, el rescate edilicio incluyó, a grandes rasgos, la recuperación de la caja muraria, el reemplazo de cubierta, la restauración de las aberturas, cerramientos exteriores, y estructura metálica de columnas, vigas y cabriadas originales.
En el sector de los silos, además del entrepisado, se proyectó la horadación de las paredes exteriores por medio de cribados de mampuestos, para generar las aperturas de ventilación, iluminación, y visuales, manteniendo desde el exterior la textura y pureza de los volúmenes cilíndricos que conforman los mismos.
Espacio de oportunidades
El otro edificio que fue distinguido es el Nido – Escuela de Trabajo de Barranquitas. La construcción demandó una inversión cercana a los $ 27 millones que también se financió con fondos municipales a través del Fondo de Asistencia Educativa (FAE).
El Gobierno nacional, por su parte, proveyó todo el equipamiento interior que incluye una impresora 3D, entre otros materiales de primera calidad. En el edificio se desarrollarán todas las acciones vinculadas a Escuelas de Trabajo con el objetivo central de brindar oportunidades genuinas a los jóvenes santafesinos en situación de vulnerabilidad.
Cabe señalar que la planta baja del edificio cuenta, en su lado Este, con áreas técnicas de apoyo, sanitarios y depósitos. El resto de la superficie es un área flexible que contiene el hall de acceso, la recepción y orientación de jóvenes, una sala de ensayos, el área administrativa y un salón de usos múltiples.
En tanto, los dos niveles superiores del edificio quedaron conformados por un prisma de planta rectangular orientado en sus lados mayores en sentido este–oeste, que alojan los módulos funcionales propios como el gabinete tecnológico, los talleres de textil, reparación de electrodomésticos y estética, aula de clases teóricas y de apoyo educativo, coordinación y administración. Estos módulos se intercalan con sectores de uso espontáneo y recreativos destinados a reuniones, sectores de ludoteca, biblioteca y área de juegos.