Fábricas con las maquinarias de adorno

El Indec informó que en febrero la capacidad utilizada en la industria manufacturera cayó al 58,5 por ciento y no hay perspectivas de cambio para los próximos meses.

El Indec informó que en febrero la capacidad utilizada en la industria manufacturera cayó al 58,5 por ciento y no hay perspectivas de cambio para los próximos meses.

La utilización de la capacidad instalada se ubicó en febrero en 58,5 por ciento. Se trata del peor nivel en 17 años. Esta capacidad ociosa de la rama manufacturera no se veía desde la crisis del 2002, cuando estalló la crisis de la convertibilidad. El retroceso del consumo en el mercado interno, el incremento de los costos para producir y la dificultad para acceder al financiamiento provocaron un fuerte recorte en la actividad industria y redujeron el nivel de uso de los establecimientos fabriles. Las perspectivas para los próximos meses no parecen modificarse.

En febrero del año pasado, cuando no había iniciado la corrida cambiaria y el desarme de las Lebac, la utilización de la capacidad instalada era de 64,4 por ciento. En algo más de un año hubo una caída de casi seis puntos porcentuales. Las economías en situación de equilibrio productivo tienden a mantener un nivel de capacidad instalada cercano al 80 por ciento, lo cual les permite responder a picos de demanda.

En la literatura económica el 80 por ciento de utilización de la capacidad instalada es la cifra que se considera razonable para las empresas y a partir de la cual se empieza a realizar el proceso de inversiones para ampliar los establecimientos. En la Argentina, lejos de esos valores, la industria opera 20 puntos por debajo del umbral y manifiesta una situación de fuerte recesión del mercado interno.

El informe del Indec detalló la situación de las distintas ramas manufactureras. La de peor performance fue metalmecánica. El rubro marcó una utilización de la capacidad instalada de 42 por ciento. La industria automotriz siguió en la lista (42,1 por ciento). Productos textiles, en tanto, figuraron con 43,2 por ciento. Este sector fue uno de los más afectados por la recesión del mercado interno el último año.

Por su parte, caucho y plástico marcó un nivel de 50,8 por ciento, mientras que edición e impresión lo hizo al 52,1 por ciento, productos alimenticios (57,6 por ciento), productos minerales no metálicos (67,5 por ciento), industrias metálicas básicas (68,7 por ciento), sustancias y productos químicos (69,4 por ciento), papel y cartón (71,7), refinación de petróleo (71,7) y productos del tabaco (72,9 por ciento).

El Indec define “el indicador de la utilización de la capacidad instalada como la proporción utilizada de la capacidad productiva respecto de su nivel potencial”. En el relevamiento se analiza la situación de casi 700 empresas de referencia en la actividad manufacturera. Para la medición se toman en cuenta criterios técnicos como el aprovechamiento potencial de las plantas productivas, empleando el máximo de turnos posibles y las paradas necesarias para el mantenimiento.

El aumento de la capacidad ociosa de las empresas fue en línea con el desplome de la producción fabril en febrero. El sector manufacturero registró una caída de 8,5 por ciento interanual y acumuló una baja de 9,7 por ciento en lo que va del año respecto del mismo período del año pasado. Se registraron pérdidas en casi todos los sectores. Los que producen para abastecer el consumo local fueron las ramas más perjudicadas. Se destacó la pérdida del rubro de productos textiles, con una baja de 9,0 por ciento en febrero respecto de igual mes del año pasado. En este rubro se subrayaron las pérdidas de 6,8 por ciento de hilados de algodón. Por su parte, prendas de vestir, cuero y calzado finalizó con un retroceso de 5,3 por ciento.

La rama de refinación de petróleo fue otra con importantes contracciones. Computó un retroceso de 8,5 por ciento. Se observó una baja de 4,5 por ciento en el bloque de nafta y de 10,1 por ciento en el de gasoil. La pérdida de capacidad de compra de la población generó una menor demanda de combustible tanto en vehículos para uso personal (restricción presupuestaria de los individuos) como para logística (menor volumen de mercadería transportada). En lo que refiere al sector de sustancias químicas, se observó un retroceso de 2 por ciento. Se destaca en esta rama la disminución del 15,8 por ciento en productos químicos básicos y del 10,3 por ciento de detergentes y jabones. Caucho y plástico, por su parte, registró una merma de 5,4 por ciento. En la rama de minerales no metálicos, mientras tanto, la caída fue de 4,3 por ciento.

Fuente: Página 12