Un viaje a las raíces y cultura de la yerba mate

Camino a las Cataratas de Iguazú, se encuentra el establecimiento Las Marías, para disfrutar de diferentes infusiones, conocer su elaboración y pasar un agradable momento entre la naturaleza.

Camino a las Cataratas de Iguazú, se encuentra el establecimiento Las Marías, para disfrutar de diferentes infusiones, conocer su elaboración y pasar un agradable momento entre la naturaleza.

A la vera de la ruta 14, en Gobernador Virasoro, provincia de Corrientes, y camino a las Cataratas del Iguazú, la mayor productora mundial de yerba mate es visitada por más 40.000 turistas al año, para vivir la experiencia de descubrir los secretos de la infusión que fue adoptada por los argentinos como una pasión nacional.

Cualquier momento es una oportunidad para conocer el establecimiento familiar casi centenario, Las Marías, donde se puede combinar el conocimiento de esta industria, disfrutar de un asado, pasear por los extensos jardines y contemplar sus lagunas.

Los visitantes son invitados a degustar las diferentes infusiones y a recorrer el establecimiento para conocer sus procesos de elaboración y envasado.

También de forma gratuita se puede dar un paseo por los alrededores y acercarse a La Mayoría, la vieja casa familiar que hoy es el emblema del establecimiento fundado por Víctor Navajas Centeno en 1924.

“Todo lo recaudado como parte de las visitas es destinado a proyectos educativos que la Fundación Victoria Jean Navajas lleva adelante en escuelas de Misiones y Corrientes cercanas a las plantas de elaboración de Las Marías”, dijo la jefa de Relaciones Públicas y Turismo del establecimiento, Fernanda Álvarez.

“Así, además de compartir todos los procesos en la elaboración de los productos, nuestros visitantes se convierten en aliados en la tarea de contribuir a mejorar la calidad educativa de los niños y jóvenes de nuestra región”, agregó.

El Establecimiento Las Marías es uno de los destinos predilectos de quienes quieren conocer cómo una empresa de estas dimensiones logra generar un impacto positivo en el medio ambiente, desarrollando procesos compatibles con el entorno natural.

Cuenta con una planta de compostaje que produce 12.000 toneladas de compost al año, utilizando todos los subproductos de la industria de yerba y té, y también los de la industria forestal y ganadera.

Además, tiene un corredor ecológico y una reserva natural de 3.700 hectáreas protegidas con avistaje de aves y otros animales autóctonos como el yacaré, el mono carayá, el ciervo de los pantanos y el yaguareté.

Fuente: El Patagónico