El sindicato de visitadores médicos denunció que el laboratorio Elea-Phoenix avanza con un plan para despedir a 120 trabajadores.
La compañía acordó 64 retiros voluntarios y envió 26 telegramas de despido a delegados gremiales.
Aunque el laboratorio no logró acreditar la supuesta situación de crisis, pretende pagar un 33,5 por ciento de la indemnización correspondiente.
La Asociación de Agentes de Propaganda Médica sostiene que la firma apunta a “debilitar la organización sindical” para imponer nuevas condiciones de trabajo.
Advirtió que hace cuatro años no se firman paritarias en el sector.