Viandas solidarias en Santa Fe: pasaron de entregar 300 a 700 raciones en dos meses
Un grupo de amigos comenzó a cocinar para personas en emergencia alimentaria los fines de semana, y en poco tiempo duplicaron la demanda. Cada semana se suman familias y piden donaciones
06/09/2019 MUNICIPIOSUn grupo de amigos comenzó a cocinar para personas en emergencia alimentaria los fines de semana, y en poco tiempo duplicaron la demanda. Cada semana se suman familias y piden donaciones
Cerca de las 18.30 los sábados y domingos comienzan a armar los tablones y organizan las donaciones en Avenida Blas Parera y Gorriti. En el predio del nuevo Hospital Iturraspe ponen las grandes ollas sobre la leña recolectada durante la semana y el agua empieza a hervir mientras algunas verduras se terminan de cortar. A la iniciativa la emprendió un grupo de amigos los primeros días de julio que se organizaron para cocinar y buscar alimentos para quienes lo necesitaran.
El primer domingo anunciaron la actividad por redes sociales y la reacción fue inmediata. Casi dos mil «me gusta» y cientos de compartidas reunieron 300 personas que se acercaron hasta el lugar para buscar comida. Cintia Helguero, impulsora de esta agrupación que se llama Ayudanos a Ayudar, explica a UNO Santa Fe: «El país está en emergencia, Santa Fe está en emergencia. Y bueno, la idea cuando nos organizamos fue poder paliar un poco esto que está sucediendo. Cada fin de semana se agregan más y más personas. Somos ocho personas y quienes se acercan a retirar la vianda colaboran también para poder llevar un plato de comida a sus hijos, es increíble. Vienen un rato antes para poder ayudarnos porque se cocina a leña. Es un trabajo a pulmón».
Y observa a tan solo dos meses del comienzo: «Hoy se manejan 700 viandas por fin de semana y cada vez son más, ese es el tema. Cuesta mucho conseguir alguien que done, más allá del buen corazón y la buena predisposición de las personas. Es muchísima la demanda de las personas que se acercan al predio y cada vez tenemos que ir agregando más y más ollas. Ponemos todo nuestro amor para conseguir alimentos que se puedan. Es impresionante la cantidad que viene, con distintos problemas, tratamos de solucionar lo que podemos con lo que tenemos y con voluntad. Tratamos de sobrellevarlo».
Al mismo tiempo detalla que desde el principio, pudieron arrancar por la generosidad de vecinos y conocidos: «Conseguimos kioscos que donan, de gente generosa, de personas que pasan por la avenida y te dejan un arroz, fideos, tomates, aceite, papas, etc. Todo sirve, lo que sea que traigan. Llegamos con lo justo porque tenemos que tener 450 viandas seguras, más lo que se agrega cada fin de semana que la última fueron 700. Acá es un boca en boca y no se puede decir «no tengo». Se van sumando. Por ahí dejan un paquete de fideos y al rato ya lo dimos».
«No somos ninguna ONG, ni Asociación Civil, ni de un partido ni de ninguna religión. Entonces al no trabajar con ayuda del Estado se está haciendo muy difícil poder cocinar para tantas personas, pero siempre tenemos el corazón predispuesto y dejando todo en manos de dios para poder llegar a cada fin de semana. Si para los comedores que reciben partidas es difícil porque no les alcanza, imaginen lo que es para nosotros trabajar por las donaciones», aclaró Cintia.
Asimismo, en relación al día a día destacó: «Algunos vienen con fotocopias del DNI, de ellos y de sus hijos para que, no sé, sepas que es para su familia lo que se llevan. Y no podés ir indagando a las personas con la necesidad que hay. Ya en este tiempo conocemos a quienes vienen porque además se genera el espacio de escuchar al otro, capaz no podés solucionar el problema pero das tu tiempo para un abrazo».
Motivaciones
Sobre la idea de emprender esta iniciativa, Cintia agregó: «Se nos ocurrió viendo los noticieros, con todo lo que está pasando en Argentina. En ese momento hubo cinco muertos por hipotermia y por ende, si murió así, sufrió hambre también. Hice un clic en mi corazón y en mi cabeza y llamé a un amigo para decirle que nuestros hermanos se estaban muriendo de hambre y frío, y yo estoy sentada en mi trabajo calentita sin hacer nada. Y así fue y se fueron enganchando a la idea. Voy a seguir hasta el día que dios me lleve».
Por último, desde Ayudanos a Ayudar apuntaron que las donaciones se pueden acercar al lugar los días que están cocinando o comunicarse a través de la página de Facebook