Córdoba: Contrastes indignos

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Como muchas regiones del país, Córdoba muestra un gran contraste entre las zonas más desarrolladas del este y sur en comparación con poblaciones del oeste y norte, menos favorecidas.

La última década que vivió la Argentina dejó como saldo contrastes notables entre regiones que se expandieron y muestran un aceptable nivel de vida, mientras que otras áreas aún son una fotografía dolorosa del atraso y las carencias del país.

Este panorama no es patrimonio exclusivo de ninguna provincia, sino una realidad que debe merecer la mayor atención por parte de autoridades de distinto orden, con el objetivo de definir y coordinar los planes que ayuden al desarrollo económico y social de las zonas postergadas.

Córdoba no es una excepción a ese fenómeno que se acentuó con los primeros años de este siglo, fruto de la crisis que atravesó la Argentina entre 2001 y 2002, que en parte se corrigió luego con el crecimiento económico, pero que volvió a degradarse como consecuencia de la inflación.

Los departamentos incluidos en las regiones central, este y sur de la provincia se beneficiaron con la salida de la convertibilidad y los buenos precios agrícolas en el mercado internacional.

La competitividad ganada por la devaluación permitió, además, el crecimiento de diversas industrias, en especial las ligadas a la manufactura de productos agropecuarios. Así, es notable encontrarse hoy con industrias fuertes y en crecimiento en las áreas mencionadas.

Por caso, el parque industrial montado en torno de la ciudad de San Francisco es una de las mejores fotografías del crecimiento de los últimos años. Hay allí obreros altamente calificados y excelentes recursos humanos para afirmar el perfil de pujanza y crecimiento económico.

Por contraste, las zonas norte y oeste de la provincia muestran un panorama no sólo caracterizado por la sequedad de sus suelos, sino también por carencias en materia de industrias, proyectos de desarrollo y otros indicadores de una calidad de vida apenas aceptable. Incluso, hay amplias zonas de los departamentos del norte provincial que carecen de electricidad y de agua potable.

Tan escasos como los proyectos económicos o industriales son los recursos de capital humano. Casi la totalidad de los jóvenes se trasladó a otros sitios en busca de mayor capacitación y mejores horizontes.

Más allá de los espacios turísticos que se generaron desde Villa Cura Brochero hacia el sur, el resto de la región no tiene que ser olvidado. El plan anunciado por el Gobierno provincial, que prevé destinar allí 800 millones de pesos, debe ser de cumplimiento obligatorio y urgente.

La falta de energía eléctrica y de agua en condiciones de salubridad es el primer gran obstáculo por vencer en amplias zonas, que aún semejan una fotografía del pasado en pleno siglo 21.

Esto no puede formar parte de una postal pintoresca de Córdoba, sino que –como una realidad que duele y aflige– debe ser erradicado lo más pronto posible, y la región, transformada en un espacio digno de ser habitado.

Fuente: La Voz del Interior