Contratos sospechosos: el exintendente de Pilar por Cambiemos otra vez en la mira

Nicolás Ducoté aparece envuelto en extraños manejos con contrataciones a militantes, amigos y familiares de funcionarios. También zonas liberadas y campaña sucia contra sus opositores.

Nicolás Ducoté aparece envuelto en extraños manejos con contrataciones a militantes, amigos y familiares de funcionarios. También zonas liberadas y campaña sucia contra sus opositores.

El ex jefe comunal de Pilar, Nicolás Ducoté, vuelve a ser el centro de las miradas por su gestión al frente del municipio bonarense. Después de la denuncia sobre presunta compra de votos a través de subsidios sociales, el dirigente de Juntos por el Cambio está en boca de los pilarenses por la investigación que lleva adelante la actual gestión local en relación a una sospechosa contratación de empleados.

Según dieron a conocer desde la intendencia, se está analizando área por área las contrataciones de empleados temporarios con ramificaciones que llegan de forma directa a la estructura política del macrismo bonaerense.

Según se pudo relevar, existen casos de gente nombrada para puestos de alto nivel profesional pero sin ninguna capacidad para ejercer su función.

Además, se detectaron casos de personas que, desde el 11 de diciembre último no volvieron a presentarse a trabajar en las oficinas del municipio y hasta de gente que durante la gestión de Ducoté estaba en un puesto y, llamativamente, después de las elecciones de octubre fue trasladada a otras áreas, en donde hoy permanece «escondida», según el término que usaron en la intendencia.

Por ejemplo, la Secretaría de Gobierno: en una oficina de 60 metros cuadrados había designado a más de 70 empleados, la gran mayoría personas que desde el 11 de diciembre nunca más se presentaron a trabajar.

También se descubrió un abusivo uso de las horas extra. Un total de 20 municipales tenían asignadas automáticamente el máximo de horas por fuera de la jornada laboral ordinaria, y lo que es más grave: se constató que retornaban más de la mitad del dinero que recibían a los funcionarios del área.

Existen, además, nombramientos que se utilizaron para esconder grandes estructuras políticas e incluso familiares. Por ejemplo, más de 100 contratos temporarios de «Coordinadores Barriales» que fueron nombrados en la época de las elecciones con la supuesta tarea de cortar pasto en los barrios, cuando este es un rol que debe cumplir el área de Servicios Públicos. Según pudo detectar la investigación, los colaboradores resultaron ser punteros, militantes y hasta parientes de actuales concejales por Cambiemos.

Otra de las oficinas con serias irregularidades es la de Atención al Vecino, donde de una nómina de 40 empleados se constató que solo 20 estaban efectivamente trabajando. Una situación similar se detectó en la oficina de Gobierno Abierto y Cercano, un área 100% creada por la gestión anterior que lo que nunca dio a conocer fue la superestructura que tenía detrás.

En el Observatorio de Derechos Humanos, asimismo, las contrataciones temporarias ascendían a 43 pero todos resultaron ser de hijos, nueras o hermanos de un conocido dirigente político. Desde el 11 de diciembre (cuando asumió su cargo el dirigente del Frente de Todos Federico Achával asumió la jefatura comunal) ninguno de ellos volvió a aparecer por las oficinas municipales, que de hecho se encuentran cerradas y con una sola persona adentro trabajando.

Otro ejemplo escandaloso: la Subsecretaría de Atención Comunitaria registró 65 contratos temporarios que hacían de refugio a una cantidad de militantes, amigos, parientes y hasta novias de miembros de la Juventud Pro. Se trata de todas personas que fueron nombrados en el 2019, y que fueron trasladados a diferentes áreas después de la elección de octubre.

En tanto, la Vicejefatura de Asesores, que estuvo a cargo de Jorge Storni, tuvo 40 personas asignadas a tareas políticas y de campaña que derivaron en la creación de un call center que se dedicó a hacer campaña negativa del kirchnerismo.

También se detectó un sistema instalado especialmente para desviar y hasta apagar las cámaras de algunos sectores de Pilar y, se sospecha, liberar zonas al delito. Además, se registró que las cámaras se usaban para seguir movimientos de los dirigentes de la entonces oposición.

Fuente: InfoNews