Kicillof puso primera para reflotar el Teatro Argentino, el “elefante gris” que le dejó Vidal
Los titulares de Producción, Augusto Costa, y de Infraestructura, Agustín Simone, estuvieron en el edificio emblema de la cultura bonaerense. Tienen por delante una tarea muy compleja
Los titulares de Producción, Augusto Costa, y de Infraestructura, Agustín Simone, estuvieron en el edificio emblema de la cultura bonaerense. Tienen por delante una tarea muy compleja
Axel Kicillof decidió poner primera en lo que se presenta como uno de los desafíos complejos de su gestión: reactivcar el Teatro Argentino de La Plata, el cual está virtualmente paralizada desde la gestión anterior y tiene serios problemas de infraestructura. Se trata de uno de los emblemas de la cultura de la Provincia y fue una de las notas más bajas de la gestión de María Eugenia Vidal.
Concretamente, quienes desembarcaron hoy en el edificio de 9 y 51 fueron Augusto Costa, Ministro de Producción, y Agustín Simone, de Infraestructura y Servicios. Tienen por delante una tarea titánica.
El objetivo de máxima, para el que todavía no hay plazos, es “reacondicionarlo y ponerlo otras vez en funcionamiento”, según comentaron a INFOCIELO desde una de esas carteras.
“Hicieron un relevamiento completo de las principales falencias del edificio, recorriendo las diferentes salas y áreas”, agregaron. Estuvieron acompañados por el Director provincial de Arquitectura, Rodolfo Macera.
“Este teatro es un símbolo, sabemos el estado en que está y las necesidades que tiene. Vamos a trabajar en el desarrollo de proyectos y políticas para el teatro. Políticas que reconozcan su trayectoria y que expandan aún más las actividades culturales”, dijo Costa a los periodistas presentes.
Como ya informó este medio, Vidal dejó dormido el lugar, con su sala más importante, la “Alberto Ginastera”, inutilizable. Con capacidad para 2000 espectadores y un escenario de 1.365 metros cuadrados, está clausurada desde noviembre de 2017.
Para la «Ginastera», según fuentes gremiales, Vidal había presupuestado una obra de 121 millones de pesos y de cuatro etapas. Las tareas habrían quedado por la mitad, las licitaciones caídas y los montos desactualizados. Sólo se realizó un embellecimiento.
Los enviados de Kicillof caminaron junto a referentes de los sindicatos del sector, quienes les entregaron un “manifiesto” con “lo debería ser un teatro de producción”.
“Nos vemos envueltos en una crítica situación que imposibilita el normal desarrollo de las tareas de la institución. Los aspectos no resueltos son alarmantes”, habían denunciado los empleados en diciembre.
Para ese tiempo, la “Comisión Inter-cuerpos de Trabajadores del Teatro Argentino de La Plata” había publicado un extenso informe. En él denunciaban las delicadas situaciones edilicias.
Un subsuelo y talleres inhabilitados, filtraciones y desmoronamientos, ascensores y montacargas sin funcionar, aires acondicionados fuera de servicio son las algunas de las falencias que se mencionaban ese documento. Con ellas, y muchas más, se encontraron Costa y Simone.
Allí hay unos 1500 trabajadores, la mitad del exministerio de Gestión Cultural –que estuvo a cargo de Alejandro “Conejo” Gómez, durante todo el período vidalista-, ahora dentro de Producción (más precisamente de la Subsecretaría de Políticas Culturales, a cargo de Ezequiel Grimson).
En ese universo hay que incluir los cuerpos como el ballet, el coro y la orquesta, además. Son 64 bailarines, 75 coristas y 104 músicos de excelencia que necesitan condiciones equivalentes para realizarse. La carterala supo ser una de las más prestigiosas del país.
