Rutas bonaerenses: el parate que dejaron Dietrich e Iguacel en la Provincia de Buenos Aires
Pese al discurso macristas que justifica el fuerte endeudamiento en obra pública, un informe elaborado por el gobierno revela la parálisis generalizadas de obras que se iniciaron en la Provincia y están inconclusas.
19/02/2020 MUNICIPIOSPese al discurso macristas que justifica el fuerte endeudamiento en obra pública, un informe elaborado por el gobierno revela la parálisis generalizadas de obras que se iniciaron en la Provincia y están inconclusas. En muchos casos el porcentaje de avance es insignificante pese a que el tramo licitado era de pocos kilómetros.
La discusión en torno a la deuda que heredó Axel Kicillof, una polémica que crece al ritmo de la complicada negociación con los acreedores, encuentra como principal reacción exculpatoria del vidalismo, al cronograma de obras que dispuso la gestión anterior. Y entre ellas, particularmente, a las rutas.
La gran mayoría de ellas corresponden, sin embargo, a arterias nacionales que surcan territorio bonaerense, y que debieran haber sido ejecutadas por el ex ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el ex de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, durante la gestión macrista.
Un informe elaborado por el Ministerio de Obras y Servicios públicos a cargo de Gabriel Katopodis, desnudó que la mayor parte de las adjudicaciones en rutas de la Provincia de Buenos Aires quedaron a la deriva, sin fondos y paralizadas, pese a que contaban con financiamiento externo. En muchos casos con un agravante: la falta de avance en obras según el cronograma originalmente previsto, derivó en el pago de “multas” por parte del Estado Nacional, una sanción que también tuvo que afrontar la Provincia en obras propias, por la misma causa.
Del total de obras que fueron literalmente paradas durante 2018, el arranque de la crisis que provocó la gestión de Cambiemos, la gran mayoría pertenecen a la Provincia de Buenos Aires.
Hay obras emblemáticas que acumulan reclamos desde hace varios años, y otras no tan ruidosas en la discusión pública, pero igual de necesarias para algunos distritos. Sobre todo porque independientemente de las particularidades de cada región, algunas apuntan a mejorar la conectividad en algunas zonas productivas del interior bonaerense, y todas a garantizar mayor seguridad vial.
Transitar algunas arterias de la provincia se ha transformado en los últimos años en un desafío a la tragedia, por el pésimo estado de los caminos. Hay casos incluso paradigmáticos: obras que se concluyeron durante el Gobierno de Cambiemos, con tramos intransitables porque la circulación sin control de los camiones con carga destruyó literalmente una mano.
La provincial 51, en el centro de la Provincia, en el tramo Saladillo–Tapalqué, es una de ellas. Fue un reclamo histórico que encontró respuesta durante la gestión de Vidal, pero que por defectos de construcción o falta de controles, ya debe ser reparada en la mano hacia Capital Federal por los baches que se generaron en apenas un año.
En la Provincia de Buenos Aires hay, actualmente, 16 obras paralizadas. Son cerca de 1000 kilómetros a la deriva. En muchos casos, incluso, las constructoras ya levantaron los obradores y abandonaron la tarea por falta de pago por parte del Gobierno Nacional.
En el informe de gestión de obras elaborado por la administración actual, conviven algunas que fueron iniciadas durante el Gobierno de Cristina Fernández, con otras que licitó Macri. El común denominador es que permanecen paralizadas desde mediados de 2018, durante la administración de Dietrich-Iguacel al frente del organismo que debía ejecutarlas.
Algunos ejemplos derriban el discurso macrista de obras concluidas durante la gestión anterior, y evidencian que también la construcción pública, uno de las jactancias del macrismo, dejó saldo negativo durante los últimos 4 años. Hay casos emblemáticos de obras de 8Km que no se concluyeron. Casi una maratón participativa. Y otras que comenzaron un mes y se paralizaron al próximo. Un período de duración de Julio-Agosto.
El detalle de la obras:
-El empalme de la Ruta Provincial Nro 51, a la altura del distrito bonaerense de 25 de mayo, encabeza el ránking por desidia: son 19.28 Km iniciados en 2011, y paralizados con un avance de obra de 65%, la mayor parte durante el Gobierno de Cristina Fernández. Es la pavimentación de un camino rural necesario para sacar la producción. La última certificación de avance de obra data de junio de 2018, y requiere de una inyección de $96.106.025,81 para finalizarla.
-Igual suerte corrió la construcción de un tramo de Autopista Urbana en traza nueva, y accesos al aeropuerto El Palomar. Se trata de apenas 8 kilómetros que se iniciaron en julio de 2018, y se paralizó al mes siguiente, con un saldo de $10.789.353,97 para su culminación. El avance físico de la obra apenas llega al 20%.
-La construcción de una autopista urbana en traza nueva, y un viaducto sobre un canal de seguridad y distribuidores en Ensenada (foto abajo), representa todo un récord: se licitó en diciembre de 2013, y 5 años después sólo se ejecutó –avance real de las obras- un 7%. Casi nada para una obra de 11.5Km.
-La nueva autopista Pilar- Pergamino –RN 8- tuvo fases de ejecución en las que no se avanzó más que en la preparación del suelo. El tramo Maguire- Fontezuela (15Km, foto abajo) tiene apenas un 3% de avance físico. El último período de obra certificado es de diciembre de 2017. Tiene saldo vigente de $763.272.996,84
-En la lista de obras inconclusas, hay, además, pavimentación de colectoras, como acceso planta Zárate, con un avance físico de ejecución del 11%, cuando en el cronograma oficial de obras, debería estar terminada la obra.
-La Ruta Nacional 3, a la altura del distrito bonaerense de Las Flores, no escapa a la desidia operativa de la ejecución. El “avance físico proyectado a la fecha”, es decir, el plan de obra, debería estar concluido. Sin embargo, la obra que mejora esa arteria de importante circulación en el tramo urbano con ese partido, está ejecutada, recién, al 34%, y tiene un saldo de $780.587.097,66 para su finalización.
-Los casos de “rehabilitación de calzada” –mejoramientos- también se acumulan con déficit: La ruta nacional 188, en tramos Roja- Junín, tiene un avance físico del 33%; la ruta nacional 226, en tramo Azul-Olavarría, tiene un avance del 23%; la ruta nacional 3 en el tramo San Miguel del Monte- Las Flores, es una de las más avanzadas, con el 88% ejecutado.