La pulverización de los salarios
La suba promedio fue de 40,9 frente a una inflación de 53,8 por ciento. Los registrados recibieron un 43,8 por ciento y los informales 29,5 por ciento.
02/03/2020 El PaísLa suba promedio fue de 40,9 frente a una inflación de 53,8 por ciento. Los registrados recibieron un 43,8 por ciento y los informales 29,5 por ciento.
El índice de salarios del empleo registrado acumuló durante el año pasado un aumento de 43,8 por ciento, diez puntos porcentuales por debajo del 53,8 por ciento del acumulado de inflación del período. Según el informe del Indec, dentro el sector formal los privados tuvieron un incremento salarial de 44,3 por ciento y el empleo público acumuló un alza de 42,9 por ciento. El trabajo no registrado sufrió un deterioro todavía mayor contra la inflación, ya que obtuvieron un aumento de apenas 29,5 por ciento. De esta manera, el alza incluyendo empleo registrado a informal fue de 40,9 por ciento. Si se toma la publicación del Indice de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), el salario real (descontada el nivel de precios) se contrajo 6,1 por ciento durante todo el año pasado. Un trabajo del Observatorio de la UMET, la pérdida de poder adquisitivo entre noviembre de 2015 e igual mes de este año (último dato disponible) ya se ubicó en el 16,1 por ciento.
En los cuatro años de macrismo se llevó adelante una política de recorte del “costo laboral”, la cual fue exitosa en términos de destrucción del poder de compra de los ingresos. Las constantes devaluaciones y su impacto inflacionario estuvieron acompañadas por paritarias y ajustes jubilatorios que estuvieron lejos de una recomposición. El resultado fue una contracción del consumo que deterioró la producción nacional, elevando el desempleo. Este fue un segundo factor disciplinador que permitió el ajuste salarial que generó Cambiemos.
El macrismo se despidió en diciembre con una inflación de 3,7 por ciento mensual, mientras que los salarios del empleo registrado lograron un aumento de 2 por ciento, cerca de la mitad del sendero de precios. A diferencia de los que sucedió en el acumulado anual, en diciembre los salarios del ámbito público subieron 2,9 por ciento, casi el doble que el de los privados, que aumentaron 1,5 por ciento. El empleo no registrado consiguió recomponer un 5,3 por ciento su salario en diciembre, aunque en el acumulado anual fueron los que más perdieron frente a la inflación. Si se toma el trabajo registrado y el informal, el promedio total fue en el mes de 2,6 por ciento de alza.
En los doce meses de 2019, solo en tres los sueldos le ganaron a los precios. En enero hubo un alza para los salarios del sector registrado –tanto público como privado- de 3,2 por ciento con una inflación para ese mes de 2,9 por ciento; en mayo los salarios aumentaron 3,6 por ciento y los precios 3,1 y en julio la relación fue de 5 contra 2,2 por ciento. En los otros nueve meses el deterioro fue constante y la tendencia se profundizó después de las PASO con la devaluación que llevó adelante Macri. En septiembre los precios saltaron 5,9 por ciento y los salarios lo hicieron un 2,7 por ciento.
Lo mismo sucedió en 2018. Tras la corrida cambiaria de abril que precedió a la crisis y posterior acuerdo de emergencia con el Fondo Monetario –agravando la situación- el poder de compra de los salarios había perdido 11,5 por ciento según cifras oficiales. La semana pasada la Secretaría de Seguridad social informó el Ripte, que incluye trabajo formal y estable. En el informe se destaca que los salarios formales en términos reales cayeron 6,1 por ciento en el 2019. Si se contra el IPC de la Ciudad de Buenos Aires realizado por la Dirección Estadística porteña, en los cuatro años de Cambiemos el poder adquisitivo de los salarios formales evidenció un retroceso de 19,5 por ciento. A esto se suma la pérdida de los salarios informales, cuya recomposición fue todavía menor a la de los empleados del sector registrado.
El informe de la UMET hasta noviembre arrojaba una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores formales de 16,1 por ciento respecto de igual mes de 2015. “Podemos ver que en los últimos dos años el salario real se contrajo comparado contra el mismo mes del año anterior en absolutamente todos los meses”, explica el documento del Observatorio de Empleo, Producción y Comercio Exterior.
La inflación de enero de este año, según el INDEC, fue de 2,3 por ciento mensual. Habrá que ver el impacto que tendrá en la media de los salarios formales el aumento por suma fija de 3000 pesos de enero que se dispuso por decreto, al que en febrero se sumó otro reajuste de 1000 adicionales para trabajadores del sector privado; y un alza de la misma magnitud para los estatales aunque a pagarse en febrero y marzo respectivamente.