A 33 años del hundimiento del Crucero A. R. A. General Belgrano
Fue botado en marzo de 1938 con el nombre de “Phoenix” y como parte de la flota naval de Estados Unidos. Sobrevivió casi por milagro al ataque japonés a Pearl Harbor, el domingo 7 de diciembre de 1941.
El 12 de abril de 1951, en Filadelfia, el “Phoenix” pasó a manos de la Armada Argentina con el nombre de “17 de Octubre”. En setiembre de 1955 fue el buque insignia de Isaac Rojas durante la llamada Revolución Libertadora. Triunfante el golpe contra Juan Perón, Rojas cambió el nombre del buque por el de “General Belgrano”.
El 16 de abril de 1982, dos semanas después de recuperadas las Islas Malvinas, el Belgrano zarpó de Puerto Belgrano rumbo al sur, Llevaba a bordo a 1.093 hombres y hundido el 2 de Mayo de 1982.
Hace ya 33 años, de aquel 2 de mayo de 1982, un submarino nuclear Ingles (HMS Conqueror), lanzaba dos torpedos impactando en el crucero Belgrano. Nuestro buque estaba herido de muerte y comenzaba a hundirse con la dignidad de un grande. Noble como siempre, partió a su apostadero definitivo, llevando consigo 323 hombres convertidos en su más leal guardia de honor, acompañándolo en el lecho del mar para su reposo final.
Mi nombre es Julio E. Cepeda soldado conscripto, fui enviado a cubrir un montaje cuádruple antiaéreo 40/60 en el Crucero Gral. Belgrano. En el momento del ataque, me encontraba en la Primera cubierta (debajo de la cubierta principal), frente a la cantina nos habían armado camas para varios marinos que habíamos subido en Puerto Belgrano, los cuales no éramos de la dotación principal.
A las 15:55 hs. (me acuerdo de la hora por que tenía guardia a las 16:00), una fuerte explosión sacudió el barco, por el medio de las camas pasaba un caño de refrigeración del petróleo que venía desde las calderas, ese caño reventó quemando a todos los que estábamos ahí.
Recibí quemaduras de 1º, 2º y 3º grado (foto). Luego de estar 33 horas en una balsa con 19 compañeros, fuimos rescatados por el A.R.A. Luis Piedra Buena (buque de guerra) por mi gravedad me pasaron en helicóptero al A.R.A. Bahía Paraíso (buque hospital) navegando cinco días más, hasta llegar al Puerto de Ushuaia, de ahí en avión hasta el Hospital Militar de Puerto Belgrano, en donde estuve tres meses internado.
323 tripulantes continúan, en esas bravas y heladas aguas, firmes en sus puestos de guardias, custodiando nuestra soberanía y nuestro pabellón, que seguramente continúa ondeando en lo alto del palo mayor, y en fechas como estas, nos recuerdan que hay una misión no concluida.
323 voces que nos gritan Que todavía queda abierta una herida Todos los días nos recuerdan que:
Las Malvinas Fueron, son y serán Argentinas. ¡Viva La Patria!
