Advierten a Grecia que debe optar por el «sí» para permanecer en Europa

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Alemania, Francia y las instituciones europeas llamaron a los helénicos a votar por la afirmativa en el referendo que se llevará a cabo el próximo domingo. Ayer fue el primer día del corralito griego.

Grecia vivió ayer su primer día de corralito bancario, mientras desde las instituciones y de las mayores naciones europeas se llamó a los griegos a votar por el «sí» a la propuesta de reformas de los acreedores en el referéndum del domingo próximo. Hoy debería llegar otra mala noticia: Grecia no pagaría una deuda de 1.600 millones de euros con el FMI y por lo tanto entrará en default. La perspectiva de una salida del euro se acrecienta aún más si se tiene en cuenta que, también hoy, debe terminar el programa de rescate de la «troika», cuya prolongación se negoció en vano las semanas anteriores. Pero anoche el premier griego Alexis Tsipras dejó abierta la puerta a un arreglo de último momento y no descartó el pago al FMI. A la vez dejó claro que apuesta a lograr un gran resultado en favor del «no» en el referéndum que convocó.

«Yo pediría que voten sí», en el referéndum, declaró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Es decir, en contra del «no» reclamado por Tsipras y el resto del gobierno heleno. «Un no supondría decir no a Europa», advirtió Juncker. El presidente de la CE se mostró decepcionado con Tsipras, quien durante las negociaciones que mantuvieron las semanas pasadas nunca le informó sobre la convocatoria a un referéndum para este domingo. Fue esta llamada por sorpresa a la consulta, formulada el viernes pasado, la que rompió definitivamente las negociaciones entre Atenas y sus acreedores sobre una prolongación de las ayudas. Estas vencen hoy. Los dos programas de rescate a Grecia suman un total de casi 240.000 millones de euros enviados por las tres instituciones o «troika» (FMI, Banco Central Europeo y CE) a Atenas. Un último tramo de 7.200 millones de euros nunca se entregó por falta de acuerdo con el gobierno de Tsipras. El problema es que desde hace tiempo Grecia no puede funcionar sin esos fondos, que garantizan el pago de sueldos estatales y jubilaciones. Juncker aseguró que «en el paquete (ofrecido a Grecia) no hay recortes de salarios ni de pensiones». Ese plan, que prorroga por 5 meses el rescate y entrega 15.550 millones de euros, fue rechazado por Tsipras. También el presidente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata alemán Martin Schulz, llamó a votar «sí» a la población helena. La propuesta de los acreedores es «una buena base para un buen futuro en común en la zona euro», agregó. Schulz llamó a alcanzar un acuerdo con Atenas antes de la noche de hoy, cuando vence el segundo rescate a Grecia. Hoy el gobierno griego debe además pagar 1.600 millones de euros al FMI, pero ese pago no se hará según fuentes de Atenas y europeas.

Los gobiernos de Alemania y Francia se mostraron dispuestos a seguir negociando. La canciller Angela Merkel abrió la puerta a continuar las negociaciones. «Si Grecia quiere seguir negociando después del referéndum, por supuesto no nos cerraremos a las negociaciones», señaló la canciller. «Quiero dejar claro que es un derecho legítimo del gobierno griego convocar un referéndum y su resultado debe ser respetado», añadió Merkel. «Pero también es un derecho legítimo de los otros 18 miembros de la Eurozona reaccionar a esa medida». Merkel sigue rechazando una quita de la deuda griega, como reclama Atenas.

El presidente francés, François Hollande, expresó su deseo de que prosigan las negociaciones y lamentó que el gobierno griego las interrumpiese. Otro que dejó la puerta abierta fue el presidente del Eurogrupo, formado por los ministros de Finanzas de la zona euro, el holandés Jeroen Dijsselbloem.

Anoche Tsipras descartó que Grecia pueda salir del euro, porque «el costo es demasiado grande».Tsipras sugirió que si los acreedores ofrecen un acuerdo «sostenible», Grecia pagaría hoy al FMI. El premier está convencido de que las negociaciones continuarán el lunes. «Cuanto más grande sea la participación y la opción del no, más fuerte será nuestra posición en la negociación. Un apoyo del 60 o 70 por ciento sería un gran impacto «, apostó.

Fuente: La Capital, Rosario