ALBA reafirmó su apoyo a Venezuela y creó un «grupo de facilitadores» para mediar con EEUU

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La cumbre de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) acordó en Caracas formar un «grupo de facilitadores» de los diferentes organismos de integración latinoamericanos para «facilitar una diplomacia de compromiso» entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela.

Los países que integran la Alba realizaron ayer en Caracas una reunión extraordinaria para «cerrar filas» con Venezuela ante el decreto de Estados Unidos que la declaró «amenaza inusual y extraordinaria» a la seguridad norteamericana.

En la cumbre de la ALBA celebrada en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, participaron junto a Maduro los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Bolivia, Evo Morales; y de Nicaragua, Daniel Ortega.

En la declaración final de la cumbre, leída en cadena nacional de radio y televisión por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, los países del Alba proponen conformar un grupo de facilitadores junto a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad del Caribe (Caricom) para facilitar una diplomacia de compromisos entre Estados Unidos y Venezuela «para aliviar las tensiones y garantizar la resolución amigable», según despachos de EFE y AVN.

Los países de la alianza piden a Estados Unidos «acoger y establecer un diálogo con el Gobierno de Venezuela, como alternativa al conflicto y a la confrontación, fundamentado en el respeto permanente de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, estados y naciones independientes».

Asimismo, la declaración de la ALBA pide al Ejecutivo norteamericano la derogación de la orden ejecutiva que consideró al país caribeño «una amenaza extraordinaria» para su seguridad y le exige que «cese de inmediato el hostigamiento y la agresión contra el Gobierno y el pueblo de Venezuela».

«Dicha política de Estados Unidos -afirma el documento conjunto- alienta la desestabilización y el uso de la violencia por parte de sectores de la oposición venezolana».

Los países de ALBA consideran «injustificada e injusta» la orden ejecutiva decretada el pasado lunes por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y estiman que constituye «una amenaza contra el principio de soberanía y de no intervención en los asuntos internos de los estados».

En este sentido, instan a Norteamérica a «abstenerse del uso de recursos coercitivos unilaterales que violen el derecho internacional» al tiempo que enfatizan que Venezuela «no representa amenaza para ningún país».

La declaración también denuncia «la feroz campaña mediática internacional contra Venezuela y su Gobierno, encaminada a desacreditar la revolución bolivariana, intentando crear las condiciones para una intervención a mayor escala y ajena a la solución pacífica de las diferencias».

Asimismo, los países de la ALBA reiteran su «más firme respaldo» al Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y su «solidaridad y apoyo» con la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su Gobierno quienes «están siendo sometidos a una campaña de desprestigio personal e institucional por parte de sectores de la derecha política y mediática de su país».

Fuente: Télam