Alberto Fernández criticó el lockout de los ruralistas: «Es un paro para beneficiar a los mayores productores de soja»
En una entrevista, el mandatario cuestionó de la medida, que consideró "incomprensible". Habló de la deuda y del funcionamiento de la Justicia.
10/03/2020 El PaísEn una entrevista, el mandatario cuestionó de la medida, que consideró «incomprensible». Habló de la deuda y del funcionamiento de la Justicia.
«Es un paro para beneficiar a los mayores productores de soja», dijo el presidente Alberto Fernández respecto al lockout de las entidades agropecuarias que comenzó ayer con escaso suceso. «Los autoconvocaos son dirigentes opositores disfrazados de chacareros. La sociedad está sintiendo que este paro es incomprensible. Hemos cuidado a la mayoría de los productores. No se entiende qué están haciendo», subrayó Fernández anoche en una entrevista televisiva en su despacho. El Presidente, que había firmado el decreto para iniciar la negociación por la reestructuración de la deuda, aseguró que el plan económico del gobierno estaba muy claro y que tiene como su primer punto privilegiar a quienes hoy la están pasando peor.
En un día de crisis mundial, obviamente el tema económico se llevó el tramo principal. El Presidente interpretó que lo que había sucedido en las bolsas había tenido más que ver con lo pasó con el precio del petróleo -donde una puja entre los países productores hizo caer fuerte la cotización del barril- que con el coronavirus. «La política es el arte de manejar la realidad y esta es la realidad que nos toca», se resignó.
A propósito, respecto al tema del coronavirus, descartó una supuesta imprevisión de parte del Gobierno. «Son todos casos contraídos en el exterior. En la Argentina lo estamos controlando. Pensamos que iba a demorarse más», sostuvo. Reveló que le había sugerido al ministro de Salud, Ginés González García, que comenzara a emitirse un parte diario sobre la evolución de la enfermedad para que existiera información certera sobre lo que ocurría.
El Presidente inició la entrevista a las 23, en vivo, con la conductora Viviana Canosa, para Canal 9. Comentó que había sacado los cuadros modernos que había dejado Mauricio Macri en el despacho y había colocado en su lugar imágenes de próceres. «Los veo y me inspiro», dijo Fernández. En otro momento comentó que se sentía feliz en el cargo. «Cómo no voy a ser feliz si los argentinos me eligieron y confiaron en mi. Eso no quiere decir que no tengamos problemas», advirtió.
Respecto a la protesta de las entidades agropecuarias, dijo que no veía mal que integrantes del oficialismo como el senador Oscar Parrilli o el dirigente social Juan Grabois hayan salido en términos mucho más duros que los que utililizaron funcionarios del Gobierno. «Soy parte de un espacio donde somos muchos y no necesariamente pensamos todos igual. No me preocupa. Todos queremos lo mismo», comentó. Y cuando le preguntaron si no le parecían «violentas» esas expresiones se preguntó si no era violento que se parara para defender un beneficio a un pequeño grupo de productores de soja, diferenciando esta situación a la del conflicto de 2008. «La 125 fue una medida muy inconsulta, esto se habló muchísimo con el campo», explicó.
Con todo, dijo no sentirse amenazado con la protesta, pero que esperaba que entiendan. «Todos tienen que hacer un esfuerzo. Hay gente que la está pasando muy mal», remarcó. Y agregó: «Confío en que en algún momento los dirigentes se van a dar cuenta que este no es el camino. Cumplimos con nuestra palabra. Esta vez el pequeño chacarero no va a pagar retenciones».
Alberto Fernández también habló bastante sobre la deuda. Explicó que negociar de buena fe significaba diciendo la verdad. «No vamos a pagar la deuda sacrificando a los que la están pasando mal. No fue lo que hizo el otro gobierno, que sacrificó todo», afirmó. Sostuvo que el plan del gobierno estaba muy claro y lo conocían todos. Y sinceró el cuadro actual: «La economía va a caer este año y probablemente el otro también».
No dio detalles sobre la reforma judicial que está en preparación pero insistió en la necesidad de una Justicia que «funcione bien». «La justicia tiene que ver con criterios objetivos y técnicos» explicó Fernández, que es profesor de Derecho. En ese sentido, aseguró que la Justicia «está llena de jueces probos y dignos» y que con él se terminó lo de nombrar jueces amigos. «En mi vida voy a llamar a un juez», subrayó.
Respecto al funcionamiento judicial, se refirió a algunos casos particulares. Respecto a la situación de la dirigente jujeña Milagro Sala, dijo que rescataba la declaración del gobernador radical Gerardo Morales acerca de que quería que el caso fuera revisado por la Corte Suprema. «Todos no querdaríamos más tranquilo porque tenemos muchas dudas sobre cómo funcionó la justicia de Jujuy», contó.
Se lamentó por la situación de Florencia Kirchner quien viene describiendo en las redes sociales lo que sufrió durante estos años. «Es una chica muy jovencita que la pasó muy mal. Hubo un juez que con 12 años dijo que era parte de una asociación ilícita. Eso nos tiene que llamar la atención. Fue tremendo lo que pasó y pagó el costo de ser la hija de y, encima, involucraron a sus padres en cosas que sus padres no hicieron». «Lo que necesitamos es que la Justicia funcione bien, porque en estos años ha construido causas, mantuvo detenida a gente que no debía estar detenida. En todos estos años, hay una institución que no prestamos atención al funcionamiento del Poder Judicial», afirmó.
Respecto al debate sobre el aborto, otro proyecto que en estos días el Ejecutivo girará al Congreso, sostuvo que nunca consideró hipócritas a los que estaban en contra de la legalización, como sostuvieron los obispos que el domingo encabezaron una misa en Luján. «Yo hablé de la hiprocresía de la sociedad argentina. No voy a entrar en esos debates. Yo sé como piensa la iglesia», respondió. Y marcó el hecho de que muchas mujeres «terminan con su útero destruído» por realizarse abortos ilegales y que era una problema de salud que debía resolverse.
En un momento de la entrevista se escuchó al helicóptero que llegaba a buscarlo para trasladarlo a Olivos. Pero contó que muchas veces le gustaba ir a la mañana a la Casa Rosada manejando y escuchando la radio. También comentó algunas dificultades d gestión como en Obras Públicas y en Vivienda, que había hablado con los funcionarios para ver si no se podía ir más rápido. Pero que habían buscado reactivar las obras en marcha y todas las empresas pedían redeterminación de precios por la inflación de los últimos meses, lo que demandaba todo un nuevo trámite burocrático. «Estamos en una crisis enorme y encima el mundo se confabula para hacer más difícil la salida», se lamentó.