América latina y el Caribe es «la segunda región más desigual del mundo»
La concentración del poder económico, la falta de reformas fiscales progresivas, la violencia en todas sus formas y las deficientes políticas sociales mantienen a América latina y el Caribe como "la segunda región más desigual del mundo"
25/06/2021 EL MUNDOLa concentración del poder económico, la falta de reformas fiscales progresivas, la violencia en todas sus formas y las deficientes políticas sociales mantienen a América latina y el Caribe como «la segunda región más desigual del mundo» y provocaron, durante la pandemia de Covid-19, un incremento en la brecha entre la extrema riqueza y extrema pobreza.
Así lo revela el informe «Atrapados: Alta Desigualdad y Bajo Crecimiento en América Latina y el Caribe» del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El documento del PNUD analiza la situación crítica de la región, agravada por la pandemia, que impide el avance hacia la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. «A pesar de los avances de las últimas décadas, los países de América latina y el Caribe son más desiguales que los de otras regiones con niveles similares de desarrollo», señala el informe.
Los indicadores sociales permanecen por debajo de los esperados para el nivel de ingreso promedio, a pesar de la disminución en la brecha salarial entre el trabajo calificado y no calificado hasta la llegada de la pandemia de Covid-19.
«La pandemia ha anulado gran parte de ese progreso», sentenció el informe de PNUD, cosa que ocurrió «a pesar de las medidas de asistencia social en algunos países».
Entre los factores que impiden las mejoras en la situación social y económica de las mayorías, el organismo de la ONU precisa: «La concentración de poder en manos de unos pocos, que defienden sus intereses privados».
«A través de su influencia política, el poder mal utilizado distorsiona las políticas públicas y debilita las instituciones», describe el informe, que subraya la concentración de poder económico y el bajo crecimiento económico.
El informe analiza el rol de las élites económicas en el bloqueo a reformas fiscales que podrían contemplan una forma más progresiva de redistribución y propone balancear la distribución de poder con regulaciones a las tareas de lobby y el financiamiento de las campañas políticas.
En relación a la violencia –«la región es la más violenta del planeta»–, el PNUD advierte que «la violencia limita el crecimiento a través de su impacto sobre el capital humano (y la productividad) y sobre la inversión pública y privada que se ve distorsionada, así como por el gasto en seguridad y por la incertidumbre acerca de los derechos de propiedad».
Por otra parte, el informe señaló la fragilidad de los sistemas de protección social de la región, que fueron expuestos por la limitada capacidad de respuesta durante la pandemia, y convoca –«para liberarse del bajo crecimiento y alta desigualdad»– a la implementación de sistemas universales de protección social que sean redistributivos, fiscalmente sostenibles y más favorables al crecimiento.
«Las soluciones deben llevar a un mayor crecimiento con sostenibilidad ambiental, y a una mayor inclusión y movilidad social», agrega el informe del PNUD en relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.