Año Nuevo Chino, una celebración para encontrarse y renovarse

Especialistas sobre la comunidad china explicaron a Télam que "el gran cambio en el festejo se da con la segunda generación de migrantes". Desde hace unos 15 años, la celebración del Año Nuevo chino se convirtió en un acontecimiento para todos los porteños que se acercan al barrio de Belgrano.

Especialistas sobre la comunidad china explicaron a Télam que «el gran cambio en el festejo se da con la segunda generación de migrantes». Desde hace unos 15 años, la celebración del Año Nuevo chino se convirtió en un acontecimiento para todos los porteños que se acercan al barrio de Belgrano.

El Año Nuevo chino comienza este 1° de febrero, con el traspaso del búfalo de metal al tigre de agua, una celebración en la que la «renovación», el «encuentro físico entre las personas» y la «identidad china» cobran una relevancia excepcional. Así lo sostienen especialistas que hablaron con Télam sobre la importancia de esta festividad, su origen y mitos asociados a la cultura china y taiwanesa en la Argentina.

«El año nuevo para nosotros es renovar», cuenta Ana Kuo, proveniente del sur de Taiwán y arribada a la Argentina en 1983. Ana se considera una «difusora de la cultura» y se desempeña como la presidenta de la Asociación Cultural Chino Argentina, lugar que, además, fundó.

Los días previos a la celebración del Año Nuevo chino, las familias tradicionalmente realizan una renovación del espacio en donde es central la limpieza para «deshacerse de los fantasmas».

Un «argenchino» que rescata sus orígenes

«¿Qué significa fantasma? Algo que permanece que no debió permanecer y, porque permanece, hace daño. En muchos lugares de China, tres o cuatro días antes de Año Nuevo las personas sacan todo lo que hay en la casa, lo limpian y eligen qué es lo que van a volver a ingresar. Es un rito de limpieza bien significativo», explica Gustavo Ng, investigador y periodista descendiente de chinos cantoneses.

El padre de Ng llegó a la Argentina en 1954, cuando tenía 17 años, y se «sobreadaptó» a este país, borrando gran parte de la memoria de su país, cuenta su hijo. A sus 50 años y movido por una curiosidad tardía, Gustavo comenzó a estudiar la cultura china, práctica que realiza desde hace diez años.

Para él, la sociedad argentina está interesada en la «superficie» de la cultura china, es decir, en lo pintoresco o lo folklórico, «el China para afuera».

«Todo lo que nosotros vemos como pintoresco o folklórico, en China se celebra porque son muy nacionalistas. Celebrar este año es celebrar la identidad china, el pueblo chino, la cultura y los ancestros, no es solamente celebrar un nuevo año», dice Ng.

En este sentido es que cobra relevancia la figura del dragón, agrega. «Hay una preferencia por el dragón como si fuera Maradona porque unifica a todo el pueblo. A ellos les gusta que el dragón esté danzando en todas las calles porque es un símbolo de la influencia que va ganando China en todo el globo y de que la gente lo acepta y le gusta», resume Gustavo.

El por qué de los festejos

La razón por la que el Año Nuevo se festeja en esta fecha -la cual varía año a año según el calendario lunar- es la llegada de la primavera. «Cuando decimos que llegó la estación de la primavera es porque llegó a su máximo esplendor, pero comenzó antes. El calendario agrícola está compuesto por los movimientos del sol y la luna y es utilizado por los chinos para determinar los asuntos de cultivo. A partir de esta fecha se puede empezar a trabajar en el campo porque el gran frío terminó», explica Kuo.

En esta línea, también cuenta que es una fecha en la que «se desea un año próspero».

«En la Antigüedad, cuando se trataba de una sociedad más agrícola, los buenos deseos eran que la naturaleza marche normalmente, que fluya como debería ser. Hoy en día, lo que se pide es prosperidad, abundancia», dice Ana y cuenta que es un momento del año en que se regalan sobres rojos con billetes nuevos o pares de billetes a infantes y embarazadas «para que puedan pasar el año con abundancia y sin temores».

Por otra parte, Kuo sostiene que «el motivo o la esencia de la fiesta es encontrarnos físicamente una vez al año».

«Dentro de la comunidad el festejo real es más íntimo. Acá mucha gente no viene con la familia, entonces lo pasa con amistades. La idea es juntarse. Las personas más pudientes regresan a China para ver a sus familias», cuenta.

La forma privada de festejar el Año Nuevo se mantiene en la mayoría de las familias chinas y taiwanesas residentes en la Argentina. Sin embargo, desde hace alrededor de 15 años el festejo también se celebra en las calles, con epicentro en Barrancas de Belgrano.

«Los primeros años teníamos una mesa y nos poníamos afuera, pero no llamaba la atención. Eran los primeros pasitos para estar afuera, en la calle. Ya en 2008 empezó a tomar forma con la intervención del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y los Juegos Olímpicos celebrados en Beijing», dice Ana.

La importancia de las nuevas generaciones

Luciana Denardi es doctora en Antropología Social por la Escuela IDAES de la Universidad Nacional de San Martín e investigadora en esa casa de estudios y el Conicet. Se dedica a estudiar la migración china y taiwanesa en la Argentina, y su relación con las políticas de Estado.

Para ella, «el gran cambio en el festejo se da con la segunda generación de migrantes, cuando los hijos que llegaron con 10 años al país crecen, aprenden el idioma, son traductores de sus padres, van a la universidad y trabajan en la Argentina».

«Hay una diferencia en cómo los jóvenes presentan la cultura china y cómo les gustaría a las generaciones más adultas. Las más grandes quizás buscan preservar todo como era y las más jóvenes las van cambiando, las van haciendo más atractivas, incluyendo algunos elementos que a veces hacen ruido», describe.

EL PASAJE DEL BÚFALO DE METAL AL TIGRE DE AGUA SERÁ «UN CAMBIO ABRUPTO»
El pasaje de un animal del horóscopo chino a otro marca el comienzo del Año Nuevo chino y, en esta oportunidad, el traspaso se dará del búfalo de metal hacia el tigre de agua, lo cual implica un «cambio abrupto porque es un animal en donde la energía es más impetuosa», dice Gustavo Ng, periodista e investigador de la cultura china desde hace 10 años quien en el horóscopo chino es precisamente tigre de agua.

Sobre este animal, que es el que regirá el próximo año para la cultura china, Ng explicó que se lo considera el «rey de la tierra», e «impera sobre la realidad y dicta sobre ella».

«Es un año donde esa es la fuerza que comanda: no se acepta nada, ni la pandemia, ni el capitalismo ni la supremacía de China. Además, implica un año con mucha energía, que si está bien encauzada es una maravilla y si no, es un despelote, una promesa de problemas. Hay que tener cuidado porque la energía del tigre muchas veces es incontrolable», detalla Gustavo que año tras año publica libros sobre el horóscopo chino.

Sin embargo, el elemento que regirá el año -el agua- puede apaciguar la energía «impetuosa» del tigre. «El agua en general es un estado de la energía que hace que las cosas sean más adaptables, que fluyan y no se trunquen. Esto suaviza al tigre que por lo general choca y no es flexible. Además, el agua tiene efectos benéficos cuando es contenida. Esto significa que a toda esa fuerza del tigre hay que tratar de contenerla y encauzarla», dice Ng.

«Si a un chino le preguntan en qué año está va a responder ‘el año del tigre’ o, más específicamente, ‘tigre de agua'», señala Ana Kuo, presidenta y fundadora de la Asociación Cultural Chino Argentina. En este sentido, Kuo desarticula un mito extendido en Occidente sobre el año por el que se rige China que para el entrante año sería el 4.720.

«El 4720 es un año que hace referencia al emperador Amarillo y al comienzo de la historia. Sin embargo, los chinos en general no conocen ese año. Es algo occidental. Yo al principio no sabía qué era», dice.

Y enfatiza: «Lo cierto es que el Año Nuevo chino se celebra independientemente de las dinastías. Es decir que no se celebra de acuerdo a ese calendario sino, fundamentalmente, por el traspaso del animal».

La investigadora evidencia, también, que «el evento en los últimos años prepandemia tuvo como espectadores mayoritarios a los argentinos y los chinos mayormente van a trabajar con la venta en stands o la organización del evento».

«Es una fecha super importante para la comunidad y llamativa para los que no somos de ella, pero siempre trato de ir un poco más allá y sacarle el exotismo. Está bueno mostrar toda esta parte colorida que es hermosa, pero también pensar que estamos más cerca de lo que pensamos», concluye Denardi.

Fuente: Telam