Autovía de Punilla: mañana se debate la nueva traza, en audiencia pública ambiental

El nuevo proyecto del Gobierno de la Provincia para trazar una autovía que atraviese el Valle de Punilla en reemplazo de la ruta nacional 38, será debatido mañana, desde las 12, en audiencia pública ambiental.

El nuevo proyecto del Gobierno de la Provincia para trazar una autovía que atraviese el Valle de Punilla en reemplazo de la ruta nacional 38, será debatido mañana, desde las 12, en audiencia pública ambiental.

En 2018, un proyecto similar, pero con un trazado diferente, generó la mayor discusión que se recuerde en Córdoba para una obra pública. Tanto, que terminó siendo suspendida su licitación por el Gobierno. Aquel proyecto proponía abrir una vía de cuatro carriles por el este de la ruta 38. El actual, lo hace por el oeste.

Ayer al mediodía culminó el plazo de inscripción para participar de la audiencia pública que, esta vez y en pandemia, tendrá formato virtual, al igual que otras en el último año.

En total, 688 personas se inscribieron como oradores y habrá otros 256 asistentes que podrán presenciar las ponencias. A su vez, el canal de YouTube del Gobierno de Córdoba transmitirá en vivo ese evento.

En 2018, la audiencia pública por el primer proyecto se transformó en una de las más concurridas y tensas de Córdoba e insumió tres días. La de mañana, virtual, es muy posible que no se agote en una jornada.

Ningún funcionario provincial ni de la empresa oficial Caminos de las Sierras se prestó a hacer declaraciones en los días previos.

En diciembre de 2020, cuando La Voz anticipó el nuevo proyecto, el titular de Caminos de las Sierras, Jorge Alves, explicó que la traza propuesta representaba 43,5 kilómetros entre la comuna de San Roque y Cosquín. Un primer tramo de casi 22 kilómetros, hasta Molinari, será el que se pretende licitar en 2021.

Para saltar del este al oeste de la ruta 38 y del río Cosquín, la nueva traza prevé sumar un extenso puente sobre la desembocadura de ese río en el lago San Roque, para atravesar luego un borde de zona urbana de Bialet Massé, donde se deberán expropiar varias propiedades.

La traza prevé construir distribuidores con intersecciones para “bajar” a cada localidad, obras hidráulicas y otro nuevo puente, aunque ya en el segundo tramo, sobre el río Yuspe.

El 23 de diciembre de 2020, la Legislatura aprobó la ley que habilitó la expropiación de terrenos en todo el corredor por el que pasará la autovía.

Alves argumentó que la nueva traza atravesaba muchas menos áreas de bosque nativo y ningún sector con minas de uranio, dos objeciones centrales planteadas por sectores ambientalistas respecto del proyecto discutido en 2018.

Ahora, la legisladora justicialista por Punilla Mariana Caserio insistió con que “la autovía es indispensable para darle más conectividad y seguridad vial al Valle de Punilla” y aseguró que “todos los intendentes” del corredor, de distintos partidos políticos, están a favor del proyecto.

“La actual ruta quedó obsoleta, es oscura, se inunda, y tiene una alta tasa de accidentología vial”, manifestó Caserio, que también fue ferviente defensora del proyecto de 2018. “Cuando hay accidentes, necesitamos una ruta por la que las ambulancias puedan circular de manera más rápida”, señaló. “En 2018 los sectores ambientalistas plantearon que la mejor opción era la traza por el oeste; es fue escuchado y atendido ahora, por lo que este nuevo proyecto no debería tener trabas”.

Los que se oponen

Desde las asambleas ambientalistas de Punilla lanzaron una “contra-audiencia” presencial que se llevará a cabo en el mismo momento que la oficial en Bialet Massé, a la vera de la ruta 38. En un comunicado, esas agrupaciones plantearon que “como en 2017 y en 2018, nos llevan a debatir sobre decisiones tomadas”, y cuestionan el modo “inconsulto” en que se resolvió el proyecto oficial y la baja participación ciudadana en todo el proceso. También objetan que la audiencia sea de modo virtual, aunque anticiparon que participarán activamente con oradores.

“La autovía generará graves daños y alteraciones a las cuencas hídricas del oeste, y no será solamente una ruta, será un disparador para una aceleración vertiginosa de las urbanizaciones, eliminando monte nativo, economías campesinas y colapsando más los servicios esenciales”, remarcaron en el texto.

Los vecinos que cuestionan el trazado, en varios trabajos que distribuyeron, marcaron que el estudio de impacto ambiental que justifica el proyecto es incompleto y subrayan como una contradicción que ese informe refiere que un 17% de la traza atravesaría bosque nativo en zona roja de conservación, mientras que otro documento adicionado eleva la cifra al 29%. También advierten sobre el riesgo de su paso por áreas de reservas naturales, por zonas de valor arqueológico y por 15 cursos de agua (entre arroyos y ríos).

Traza. Según el proyecto oficial, el trazado no toca los ejidos urbanos de las localidades de Punilla, salvo áreas de borde en San Roque, Bialet Massé y Santa María de Punilla. En las dos últimas localidades demandará expropiaciones en zonas urbanas.

Fuente: Voy