Avellaneda: Entregaron diplomas a mujeres capacitadas en oficios tradicionalmente masculinizados

Se trata de ocho mujeres concluyeron la primera etapa con foco en el proceso de soldadura básico, iniciativa articulada entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el municipio de Avellaneda.

Se trata de ocho mujeres concluyeron la primera etapa con foco en el proceso de soldadura básico, iniciativa articulada entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el municipio de Avellaneda.

Autoridades del Consorcio de Gestión de Puerto Dock Sud (Cgpds) y del Astillero Río Santiago (ARS) entregaron este miércoles diplomas a mujeres que participaron del programa «Formar para Trabajar», que apunta a ampliar oportunidades laborales para mujeres e integrantes de la comunidad LGBTIQ+ en oficios tradicionalmente masculinizados.

La presidenta del Cgpds, Carla Monrabal, explicó que la iniciativa «surgió como una necesidad de trabajar día a día en la equidad que no se desarrolla sola, sino en equipo entre el Puerto y el Astillero, articulando, firmando convenios, donde cada uno hace lo mejor, y en el que contamos con trabajadoras que se animaron a romper los paradigmas».

Por su parte Pedro Wasiejko, titular del ARS destacó que esta tarea de formación «es trascendente y la realidad ha demostrado que es posible, por eso es un camino abierto y el Astillero Río Santiago seguirá impulsando estas iniciativas», y agregó que «esto es construir igualdad».

En julio pasado, la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, firmó junto con Monrabal y Wasiejko el acuerdo que puso en marcha el programa «Formar para Trabajar» en el Puerto, que busca multiplicar las oportunidades laborales destinadas a mujeres y personas LGBTI+ de la comunidad portuaria en oficios tradicionalmente masculinizados.

La iniciativa funciona en torno a cuatro ejes: potenciar el trabajo conjunto entre el Estado, empresas, el Cgpds, el Astillero Río Santiago y la comunidad; reducir la desigualdad en el mundo laboral por cuestiones de género; potenciar la mano de obra calificada en la ciudad de Avellaneda y el ejido portuario; y fomentar espacios para crear más puestos en las industrias del Puerto.

Camila Ledesma, una de las mujeres que formó parte de esta prueba piloto, aseguró que el curso «superó mis expectativas ya que aprendí un oficio» y señaló que le «resultó bastante fácil para las mujeres ya que nos trataron siempre bien y estoy muy agradecida con todo lo que aprendimos».

Otra de las trabajadoras¸ Sabrina Larce, indicó que nunca imaginó que se capacitaría «en soldadura ya que no sabía ni siquiera lo que era un electrodo».

En esa línea, indicó que «el Astillero fue un mundo nuevo que me formó en un oficio muy masculinizado. La prácticas me parecieron fundamentales».

Fuente: Telam