Azúcar, tabaco, vino: Jujuy contra las cuerdas

¿Qué tienen que ver el azúcar, el tabaco y el vino con Jujuy? Muchísimo. Todo. Las dos primeras son producciones vertebrales del desarrollo jujeño y la tercera es una agroindustria que se está reinstalando con gran potencia

¿Qué tienen que ver el azúcar, el tabaco y el vino con Jujuy? Muchísimo. Todo. Las dos primeras son producciones vertebrales del desarrollo jujeño y la tercera es una agroindustria que se está reinstalando con gran potencia, tanto en la expansión de cultivos de vid, en los valles y en las alturas, con la consiguiente producción de vinos de alta calidad. Es fácil darse cuenta que de ellas dependen las inversiones, la producción, la generación de empleo y el ingresos de divisas a Jujuy. Pero ocurre que se están presentando tres frentes de batalla, donde de manera desigual, se ataca a estos pilares de la economía regional, sin que aparentemente los estados nacional y provincial hayan reaccionado al respecto.

En Buenos Aires, y todo el conurbano, se comenzó a vender en una importante cadena de supermercados, azúcar de origen brasileño, y ya se ha notado el derrame hacia comercios de proximidad, quioscos, almacenes, etc. que se proveen en grandes cantidades, atraídos por los precios. Vale señalar que el producto de Brasil ingresa de contrabando y sin los controles comerciales o aduaneros, que de haberse realizado, elevarían considerablemente el precio. Otro elemento que aviva la competencia ilegal, es que el azúcar brasileña es un subproducto derivado de la gran producción de alcohol de caña de azúcar para los cortes de combustibles que el vecino país utiliza en proporciones altamente demandantes. Por ello, su calidad dista mucho de la de producción nacional. El Centro Azucarero Argentino le recordó al gobierno que la producción de azúcar argentina es fundamental en las economías regionales, y que de no tomarse medidas de protección frente a tamaña deslealtad, crece el panorama de incertidumbre para la inversión que podría afectar gravemente la agroindustria, llegando incluso al quiebre de pequeños productores con la consiguientemente pérdida de puestos de trabajo a lo largo de la cadena comercial del producto.

No es menor la persistente gravedad del contrabando de cigarrillos que afecta a la industria y en consecuencia también a la producción de tabaco. Desde Brasil y Paraguay ingresan diariamente esquivando todo tipo de control millones de paquetes de cigarrillos de marcas de esos países o con marcas reconocidas a nivel mundial, obviamente falsificadas. Los paquetes tienen gran aceptación por los costos favorables en toda el Amba en las provincias del Litoral y del Noroeste del país, corazón de la producción tabacalera. Los cigarrillos de contrabando se orientan a las poblaciones de bajos ingresos y a los jóvenes, quienes generalmente disponen de menos dinero para gastar. A través del contrabando, cigarrillos de marcas internacionales pueden ser adquiridos a un precio más accesible. Este ingreso requiere de verdaderas bandas que se hacen cargo de las compras, el transporte, logística, seguridad, el almacenaje, etc. generando así una red que llega a tener estrechos vínculos con el lavado de dinero que se volcaba a financiar la operatividad más grande de las estructuras criminales como el narcotráfico o la trata de personas. Pero ahora es tanto lo que están recaudando que se usa mucho para lavar dinero a través de la metodología ‘trading’ o blanqueo de capital a través del comercio ilegal. Así los puntos de venta son apenas la punta del iceberg de una trama que jaquea de origen a la industria y arrastra inevitablemente al productor tabacalero, que en Jujuy pelea denodadamente para no achicar más la superficie cultivada, por defender el precio del producto, y evitar la pérdida de puestos de trabajo y de ganancias que acarrea.

A esto se agregó un tercer flagelo: el regreso de la importación a granel de vino chileno que parecía haberse detenido. Esto generará en el corto plazo la caída de los precios de la producción local. Desde la Coviar (Corporación Vitivinícola Argentina) se advirtió que el problema radica en cómo esto afecta a las pymes del sector, especialmente a las bodegas «trasladistas». Concretamente, la reconocida etiqueta «Las Moras» advierte claramente que si bien es una bodega argentina, de la provincia de San Juan, el producto envasado es de origen chileno. Según el dirigente, el mercado del vino está estancado porque las grandes bodegas han dejado de comprar a los productores locales, lo que podría ser una maniobra para presionar una baja de precios. La situación ha puesto en alerta a los actores más pequeños de la cadena vitivinícola, entre ellos a los de la creciente producción en Jujuy, quienes ven con preocupación el impacto que estas decisiones podrían tener en la competitividad del sector.

Fuente: El tribuno