Bahía Blanca: Analizan alternativas para los caballos que dejarán la calle

La medida tomada por el municipio obligará a buscarles un destino a los caballos que dejarán de circular por las calles de la ciudad. Se trabajará con las asociaciones proteccionistas.

La medida tomada por el municipio obligará a buscarles un destino a los caballos que dejarán de circular por las calles de la ciudad. Se trabajará con las asociaciones proteccionistas.

Antes de exigir la prohibición de la tracción a sangre, el municipio debe definir el destino de los animales que podrían ser secuestrados. Proteccionistas proponen darlos en adopción.

Los últimos datos oficiales, de un censo de 2009, indican que hay 140 caballos en la ciudad utilizados para recolectar residuos, pero estimaciones de entendidos triplican ahora la cifra.

Algunos incluso arriesgan que serían más de 800. ¿Qué va a pasar con esos cientos de animales cuando rija la prohibición de tracción a sangre en un mes?

Dar un destino a un caballo es un proceso de por sí complejo y, sobre todo, que tiene su costo en alimentación, controles de sanidad y también espacio: se calcula al menos una hectárea por cada uno.

Veterinarios y especialistas consultados coinciden así en que va a ser algo “complicado” de resolver. El costo mínimo mensual, para que tenga una vida digna, es de 1.000 pesos con un promedio de 600 sólo para la comida, que dependerá del tamaño y actividad del animal (ver aparte).

A lo que se suma que los caballos secuestrados pueden tener un desgaste tal, propio del trabajo forzado y de la falta de cuidado, que no deberían ser utilizados para ninguna tarea.

Desde el municipio se explicó que se trabajará con asociaciones de proteccionistas al respecto, muchas de las cuales ya adelantaron su postura: los caballos deberían ser “jubilados”.

“Ofrecemos formar parte de un plan para instrumentar un circuito de adopciones”, contó Mariana Sierra, del Movimiento Argentino de Protección Animal.

La idea es que primero la comuna se haga cargo del animal, con rehabilitación en caso de que esté en mal estado, y luego buscar un destino “para que termine sus días de una manera tranquila y saludable, sin que sea usado para ningún trabajo”.

En la ciudad no hay un refugio para los que sean secuestrados, ya sea por una causa de maltrato o por una infracción a la prohibición. Una opción que se baraja, a la que acudió el Juzgado de Faltas en otras oportunidades, es el grupo de Caballería de la Policía.

A pastar al campo.

Sorteada esta primera etapa, y si el municipio tiene la potestad sobre el animal, vendrá la búsqueda de campos lo que implica, para “jubilar” a todos, más de 150 hectáreas de vecinos con buena predisposición.

Siendo Bahía Blanca una región agrícola, los proteccionistas apuntan a que hay muchas propiedades que podrían recibirlos. Sierra cree que es una opción posible, si se hace en forma “gradual”.

Marcello Marcolini, presidente de la Asociación Protectora de Animales del Sur (APAS) indicó que tienen ya algunas listas de socios dispuestos, y que acercaron a la comuna la propuesta de la organización Basta de Tracción a Sangre (TAS).

El proyecto, que da un abordaje integral en base a experiencias en distintas ciudades, propone un proceso de sustitución por motocargas, que tiene un período de prueba de nueve meses, y luego el uso de un “santuario”, como uno en Cruz del Eje, Córdoba.

“La Fundación Franz Weber cubre los gastos de traslado y la manutención”, contó Belén Peréz, miembro de Basta TAS.

Fuera de la ciudad, las opiniones no son muy optimistas. Un veterinario especialista en equinos apuntó que es una cuestión de cantidad y de tiempo: una cosa es distribuir una decena de animales y otra ubicar cientos en un mes.

Fuente: La Nueva