Bahía Blanca: Pretenden controlar la asistencia a las reuniones de las comisiones
25/08/2014 POLÍTICA
Los ediles deberían juntarse todas las semanas. La falta de “despachos” hace que las sesiones se demoren y que algunos proyectos no sean tratados con la profundidad que merecen. Por ello todo se analiza sobre tablas.
Como si estuvieran en una escuela, y para mejorar la calidad del trabajo legislativo que realizan, un proyecto de decreto propone sancionar a aquellos concejales que no asistan –al menos– al 50 por ciento de las reuniones de comisiones que se deberían realizar cada semana.
Es que el reglamento interno del Concejo Deliberante solo prevé sanciones para quienes faltan en más de dos oportunidades a las propias sesiones y no se estima ninguna pena por no hacer el resto de los trabajos durante la semana.
Las comisiones fueron creadas, principalmente, para que los proyectos sean estudiados, trabajados y debatidos antes de que sean presentados definitivamente a una sesión ordinaria.
Por eso se considera que un expediente está “despachado” cuando ya pasó por cada espacio que correspondía y entra en el orden del día para ser votado por los 24 concejales, que por cierto cobran en promedio unos 25.000 pesos mensuales.
Cuando ese trabajo no funciona como corresponde –así sucede en la actualidad– se pide tratar los proyectos sobre tablas sin pasar por las distintas comisiones, lo cual hace que las sesiones se demoren unas cuantas horas, un mal que se repite cada jueves.
“Queremos que se controle de manera más eficiente y entendemos que se facilitará la gestión dentro del cuerpo. Todo se demora con el poco trabajo que hay en comisión, ya que los distintos bloques quieren tratar sus proyectos en tiempos normales”, dice uno de los autores, Raúl Woscoff, edil de Integración Ciudadana.
Ese retraso en cada expediente lleva a que los ediles pidan tratar sus temas “sobre tablas”, una condición que hasta hace algunos años se utilizaba solamente para urgencias y que hace que los análisis que se realizan no sean tan profundos como algunos tópicos se realmente lo merecen.
“La excepción a la regla se convirtió en regla”, afirma el secretario del recinto, Miguel Lorenzo, quien lamenta que, por ejemplo, en 2011 se trataban como mucho cuatro expedientes en esa condición y hoy a veces llegan a 35.
Para él algunos trabajos deberían ajustarse y está de acuerdo con que se busquen diversos mecanismos que permitan mejorar la labor legislativa.
“Algunas comisiones se reúnen con normalidad y despachan, y otras no lo hacen tan seguido”, agrega y opina: “Quedará en los concejales si la forma de hacer mejor las cosas es imponiendo sanciones ante incumplimientos”.
Para Raúl Woscoff ese sí es el camino.
“Intentamos cambiar el reglamento interno para que haya obligatoriedad al menos en el 50 por ciento de las reuniones por mes, sino que se sancione”, explica.
“Si hacemos esto un poco mejor, las tablas quedarán limitadas a las urgencias, como debe ser”, concluyó el edil.