Bares repletos con inflación del 114%: un fenómeno que se repite cada fin de semana en Santa Fe

Gastronómicos destacaron el movimiento durante el fin de semana en Santa Fe. Las claves por las que los santafesinos optan por el ocio ante una situación económica difícil.

Gastronómicos destacaron el movimiento durante el fin de semana en Santa Fe. Las claves por las que los santafesinos optan por el ocio ante una situación económica difícil.

En los últimos días, una nota periodística del medio estadounidense New York Times, graficó lo que se vislumbra caminando las calles porteñas en horario nocturno en relación a un factor que llamó la atención del medio y fue objeto de la nota: pese a la crítica situación económica del país y sueldos que pierden poder adquisitivo mes a mes los bares y restaurantes se encuentran de bote a bote.

Bajo esta premisa, cabe realizar el diagnóstico de lo que sucede en la ciudad de Santa Fe, con un panorama con similitudes al analizado en la cosmopolita ciudad de Buenos Aires, salvando las distancias en cuanto a oferta y días fuertes de consumo.

En este sentido, conviven el hecho de que a una pérdida de valor de la moneda que se acentúa a cada día, no son pocos los santafesinos que deciden optar por invertir sus pesos en ocio y salidas de esparcimiento entre familia y amigos, una dinámica que se hace visible en las principales zonas gastronómicas de la ciudad. Pasar por barrio Candioti a la noche de un fin de semana es testigo de esto, con una inflación de más del 100% como contexto.

UNO dialogó con el vicepresidente de la Asociación Empresaria, Hotelera y Gastronómica de Santa Fe (AEHG), Joaquín Echagüe, quien sobre el presente del sector postuló: «Lo que viene pasando en la gastronomía en general y acá en Santa Fe tiene que ver con que los fines de semana se mueve mucho la demanda y hay movimiento, sobre todo los días viernes y sábado, concentrando en esos dos días la mayor cantidad de ventas».

Si bien este es el presente durante los fines de semana, destacan que «el resto de la semana está flojo, esta época del año generalmente es floja pero siempre se va sumando el problema de la inflación que golpea el bolsillo de la gente».

Además, debe tenerse encuenta el cuidado del bolsillo de la gente al momento de darse el gusto de disfrutar de una salida de ocio. «Lo que estamos viendo desde el sector es que los tickets promedio de gastos que la gente consume no están subiendo directamente proporcionalmente a lo que uno debe ir acomodando los precios. La gente está acudiendo mucho a bares y restaurantes pero consumiendo menos en cantidad y se cuida un poco más en ese sentido».

En la dinámica de cada fin de semana en los cientos de bares en la capital santafesina hay un ticket promedio que se resiente según exponen gastronómicos pese al lleno en las reservas. «Nosotros consultamos a los bares para relevar si se está vendiendo en la misma magnitud y esto no es así sino que se está vendiendo menos. No hay un valor de referencia en el ticket promedio porque cada bar o restaurante maneja sus precios», agregaron.

Cabe destacar que en algunos lugares es necesaria la reserva para conseguir un lugar, aunque en otros no se trabaja con esta modalidad. «Los fines de semana cuando las cosas andan mejor se trabaja de jueves a domingo a un nivel parejo, pero hoy se está trabajando a ese nivel sobre todo viernes y sábado. Ese es un dato que se siente», afirmaron a este medio.

Nocturnidad y horarios
Un revés para el sector según afirman desde la AEHG fue la nueva ordenanza de nocturnidad por la cual se modificó a partir de ciertos horarios lo que es la habilitación para el uso de la vía pública, con un límite de horario de las 1 horas en días de semana y 2 de la mañana fines de semana para este tipo de lugares es el «horario de invierno». Los bares pueden seguir funcionando pero a puertas cerradas, utilizando solo la parte de adentro.

«Hay que levantar las mesas un poco más temprano entre semana y fines de semana. Esto no afecta a todos los bares pero sí a bares que trabajaban mejor en un horario más tardío que otros. Hay bares como para ir a tomar tragos y demás, que hacían un uso extensivo de los espacios públicos después de medianoche, son los que más sufrieron y sufren la medida», destacan desde el sector.

«La gente cuando se la insta a levantarse de la mesa para ubicarla adentro lo más probable es que se vaya, además de generarse situaciones un tanto incómodas con el cliente. Esto no pasa en todos los bares, a esa hora la mayoría de la gastronomía ya no trabaja, pero sí hay determinados bares que se dedican fuertemente a eso y la están pasando mal», continuó Echagüe.

Fuente: Uno