Bariloche: “No vamos a defender lo indefendible, no podemos estar haciendo cosas contra la ley”
Así se refirió el secretario general del SOYEM (Sindicato de Obreros y Empleados Municipales); Juan Fuentes, a los casos donde los trabajadores están bajo sospecha de supuestos robos y malversaciones.
27/03/2017 SINDICATOSAsí se refirió el secretario general del SOYEM (Sindicato de Obreros y Empleados Municipales); Juan Fuentes, a los casos donde los trabajadores están bajo sospecha de supuestos robos y malversaciones. Aunque dijo que está conforme con los empleados, porque siempre ponen la cara y soportan muchas cosas.
En una charla a solas con El Cordillerano, el dirigente contó porqué bajaron el nivel de conflictividad con el gobierno de Gennuso. Habló del contexto nacional que atraviesan los sindicatos. También opinó que no quieren ser los únicos que siempre reclamen por todo, porque el vecino no lo ve con buenos ojos.
El Cordillerano: – Usted había manifestado a principio de año que el gremio pediría un 45% de aumento, ¿por qué se conformaron con un 20? ¿Qué cambió?
Juan Fuentes: – No, siempre se entiende mal. Yo había dicho que, a mi entender, nosotros habíamos perdido mucho poder adquisitivo el año pasado, eso le sucedió a cualquier empleado. Pero tenemos que tener mucho cuidado a la hora de peticionar, sino entramos directamente al conflicto. Si peticionamos algo así (un 45% de aumento), quebramos el municipio directamente. Somos muchos empleados y tenemos una masa salarial grande. A pesar de todo, somos responsables de los compañeros que están atrás nuestro. Y no queremos que se llegue a una situación donde no podamos cobrar, o que las cuentas no den.
E.C.: – Pero el año pasado la realidad era muy similar y el gremio fue mucho más duro en su postura.
J.F.: – El año pasado la realidad era otra. Veníamos del gobierno anterior, donde sabíamos los números, había mucha más información. Habíamos perdido bastante, porque era la paritaria de 2015 la que peleamos. Nos habían dado una suma fija y si bien sirve, tratamos de buscar la equidad.
E.C.: – El año pasado consiguieron un aumento cercano al 50%, ¿no?
J.F.: – Tuvimos una buena negociación porque fuimos negociadores. Logramos un 25% y los $2.000 no remunerativos y pudimos meter ese dinero al básico, que eso nos subió mucho. Una paritaria de esas no vamos a tener más. Estuvimos en un 44% de aumento promedio y las categorías más bajas obtuvieron un 58%.
E.C.: – ¿Entonces este año se tuvo en cuenta eso y se balanceó?
J.F.: – Sí, y tenemos que saber que a nivel nacional no sabemos cuánto se va a ceder. Hoy el gobierno nacional no da más de un 19% y el gobierno provincial está ofreciendo un 14%. Es muy complicado, porque llevar al conflicto a la gente es muy fácil, pero salir es muy complicado. Y si al compañero le descuentan $6.000 por reclamar dos o tres días, después nadie va a querer moverse. Por eso es muy distinto el contexto que tenemos hoy, con relación al año pasado. Porque no hay trabajo, hay mucha gente necesitada, el gobierno nacional está buscando quebrar a los gremios. Hay algunos a los que quieren sacarle la personería gremial. Desde el punto de vista judicial también es distinto: hoy tenemos a ocho compañeros procesados, por haber reclamado nuestro derecho. También hay muchos sumariados y eso también juega.
E.C.: – ¿Qué haya sumariados y procesados “juega” en la negociación salarial?
J.F.: – No, juega en la cabeza del compañero. Porque hay gente que estuvo en el Concejo (N de R: en la caótica sesión extraordinaria del 11 de diciembre de 2015 donde hubo violencia verbal y física contra algunos concejales) y sólo por estar los sumariaron. Entonces, el trabajador después piensa: ¿a qué voy a ir? Por eso hay que ser conscientes, e ir con pies de plomo. Es cierto que nunca alcanza, pero si todos cobráramos 35 mil pesos de bolsillo todos los meses, estaríamos medianamente bien y podríamos satisfacer las necesidades.
E.C.: – ¿Cuál es el promedio de los salarios de un empleado municipal?
J.F.: – Si un trabajador ingresara hoy al municipio, sin cargas familiares, se llevaría 15 mil pesos de bolsillo. Y a eso hay que sumarle las cargas que paga el municipio. Entonces, más allá de que nosotros vemos que se hacen gastos innecesarios en el municipio, no somos los que gobernamos. Hoy el gobierno (de Gennuso) tiene mayoría en el Concejo, en el Tribunal de Contralor donde se controlan los números, entonces parece que los únicos que estamos en el reclamo y la pelea, somos nosotros.
E.C.: – Se entiende el contexto, pero esa misma mayoría existía el año pasado, el intendente era el mismo y el gremio decidió encadenarse en el edificio de la Intendencia. ¿Por qué cambiaron tanto su postura?
J.F.: – No hay que olvidarse que esos compañeros están hoy sin trabajar. Se hizo la pelea y el municipio no acompañó. Por ahí fueron decisiones que se tomaron sin pensar bien. Por eso decía que entrar al conflicto es fácil, lo difícil es salir. El contexto nacional es muy diferente. Tenemos que ser muy prudentes. Asumimos el costo y dentro de un año hay elecciones internas, y el compañero definirá si está conforme o no. Tuvimos muchas discusiones internas, pero cuando no hay acuerdos, las decisiones las debe tomar el secretario general que soy yo y es así.
E.C.: – Recién usted mencionaba las malas decisiones que se toman. ¿Han hecho un mea culpa con respecto al comportamiento del gremio en la sesión del 11 de diciembre de 2015?
J.F.: – Nosotros hemos dicho que estamos en contra de la violencia. Hubo compañeros que se exasperaron, eso puede ser. Hubo otros que son muy tranquilos y que estaban muy nerviosos porque se acordaban de lo que nos hicieron en 2001, cuando estuvimos cuatro meses sin cobrar, que se nos ahorcó un compañero porque no soportó la presión. Entonces juegan muchas cosas. Esto no quiere justificar nada eh, lo aclaro, pero por eso tenemos que ser responsables, más allá de las consecuencias. Hoy estamos cobrando en tiempo y forma, tenemos el aguinaldo en dos o tres meses más. Hay muchas falencias en las áreas, no tenemos mucho personal. Entra personal contratado y no va a las áreas que necesitamos. Hay gastos que no estamos conformes de que se hagan, pero sólo nosotros nos quejamos y entonces se hace complejo. Porque después la sociedad reclama contra nosotros.
E.C.: – En Tránsito y Transporte se detectaron licencias truchas, doble facturación en el playón y eso derivó en trabajadores desplazados, bajo sospecha. ¿Qué mirada tiene el gremio? ¿Por qué no ha dicho nada al respecto?
J.F.: – En el tema de los carnets, está abierto el sumario. Aparentemente se presentará la denuncia a la Justicia y como las licencias son nacionales, podría ser un delito federal. Se abrió un sumario, se movieron a los compañeros, tengan responsabilidad o no. Pero los compañeros deben hacerse responsables de sus actos y si alguno incurre en algo que no corresponde, deberá hacerse responsable, porque somos adultos. No vamos a defender lo indefendible, porque hay mucha gente que quiere trabajar y nosotros no podemos estar haciendo cosas contra la ley. Cada uno debe hacerse cargo de sus actos. En el playón también se movió al personal, se abrió un sumario y estamos esperando qué se va a hacer, si es que se hace denuncia penal o no. Ahí tendremos que ver todas las pruebas que hay. Pero eso es un poco más complejo.
E.C.: – ¿Por qué en la discusión paritaria decidieron hablar con Ariel Gomis y no con Pablo Chamatrópulos?
J.F.: – Nosotros con el jefe de Gabinete no queremos tener relación y los compañeros tampoco. En su momento nos derivaron con Gomis (secretario de Hacienda), pero ahora está de vacaciones y por eso quedó él en la negociación actual. Pero los interlocutores los pone el gobierno, no nosotros. Aunque hay funcionarios con los que no queremos juntarnos, eso es cierto.
E.C.: – ¿Cuál es la razón por la que no desean hablar con el jefe de Gabinete?
J.F.: – Porque ha habido muchos encontronazos y los compañeros no quieren juntarse con él, prefieren que haya otros interlocutores. Cada uno tiene su postura y nosotros también ponemos al que queremos.
E.C.: – ¿Qué visión tienen de la marcha del gobierno de Gennuso?
J.F.: – Hay muchos funcionarios que no han funcionado, vemos que no hay directivas. Necesitamos funcionarios que tomen decisiones, porque si todo hay que consultárselo al intendente, se pierde mucho tiempo. No pedimos nada alocado, sino un buen funcionamiento, herramientas de trabajo, espacios correctos. En todas las oficinas los papeles nos tapan y no tenemos donde estar, algo que viene de hace varios gobiernos. Entonces el empleado pone mucho de sí, trabaja en situaciones límites, sin buena ventilación, con expedientes en los pasillos, compartiendo los baños con el contribuyente. El empleado pone mucho de sí. Hay trabajadores que trabajan en áreas sin gas, otros en el Vertedero con la basura, con los olores, las ratas, con los animales muertos o en el Cementerio que está colapsado. O los inspectores, que los insultan todos los días, los que hacen controles de alcoholemia. Por eso nosotros defendemos y estamos conformes con nuestros compañeros, porque son quienes ponen la cara siempre.