Basura: por ahora, los vecinos cordobeses no ven mejoras con el nuevo sistema

La primera evaluación del nuevo servicio de recolección de residuos de la ciudad de Córdoba muestra como resultado que los vecinos no perciben aún los cambios que trae el sistema, sobre todo en las zonas sur y norte

La primera evaluación del nuevo servicio de recolección de residuos de la ciudad de Córdoba muestra como resultado que los vecinos no perciben aún los cambios que trae el sistema, sobre todo en las zonas sur y norte, dos de las tres áreas en que se divide el esquema que debutó el sábado último.

En el Centro, en tanto, se vieron puntos críticos de acumulación de desperdicios, sobre todo en el macrocentro, en Nueva Córdoba y en barrio General Paz. Se trata de un registro parcial luego del recorrido que hizo ayer a la mañana La Voz por los tres sectores contemplados en el nuevo sistema.

En la plaza San Martín y manzanas aledañas, las calles y contenedores lucían limpios, aunque algunos cestos en las inmediaciones de la Legislatura estaban casi repletos, pero con desechos que, al parecer, habían sido descartados en forma reciente. En Duarte Quirós y Obispo Trejo, en cambio, la postal era distinta. En la ochava del Colegio Nacional de Monserrat una decena de bolsas de consorcio aguardaban que pasara aún el camión recolector, acopiadas en la base de una señalética.

La acumulación de basura era mayor en Independencia y Perú. El contenedor de tejido metálico emplazado en la entrada principal del Colegio Deán Funes mostraba muchos envases plásticos y a su alrededor se multiplicaban las típicas bolsas de polietileno negras. En las dos cuadras de Independencia comprendidas entre Crisol y avenida Ambrosio Olmos la imagen se replicaba casi de la misma manera; también, en Bolivia y Buenos Aires.

“El domingo, los basureros pasaron en el horario habitual pero hoy (por ayer) el camión tenía que pasar alrededor de las 9 pero son casi las 11 y la basura sigue en la vereda”, comentó José Rodríguez, encargado de un edificio ubicado frente al Ipem 268.

“Lo que ocurre cuando se demoran es que los vecinos sacan la basura y, si tardan en juntarla, los perros rompen las bolsas o las desarman los cartoneros”, señaló el portero, quien hizo notar que ni la concesionaria del servicio ni la Municipalidad distribuyeron folletines con información para conocer las características del flamante servicio. “Me estoy enterando por la radio que se van a tener que clasificar los residuos en secos y húmedos y no sé de qué otra manera”, apuntó Rodríguez.

En la zona norte los vecinos no notaron prácticamente el cambio de servicio en los tres primeros días de la transición. “Sigue tan malo como siempre”, resumió Liliana Garay, señalando las bolsas que cubrían el cesto de casa en la segunda cuadra de Alfonsina Storni, la avenida principal de barrio Parque Liceo.

“Ahora presentan como una novedad la separación de la basura cuando yo hice ese trabajo durante mucho tiempo, hasta que me di cuenta de que era al vicio porque la recolectaban en el mismo camión y después la enterraban toda junta”, reprochó la vecina. Su empleada para las tareas domésticas aseguró que en barrio Hipólito Yrigoyen, donde vive, la recolección es deficitaria desde hace mucho tiempo y siguió igual el último fin de semana. “Pasan cuando quieren”, resumió la trabajadora.

Una situación parecida, en términos generales, se observó en el sector sur. “La verdad, no noto nada distinto. Acá la basura sabe estar varios días en la vereda esperando que la levanten”, comentó Facundo Arroyo, propietario de un negocio de ropa en Congreso al 5.300, de Villa El Libertador. Daiana, en cambio, dijo que el servicio de barrido mejoró “bastante”.

“Esta mañana (por ayer) cuando venía para la óptica vi a varios barrenderos trabajando en la calle Río Negro, en la entrada del barrio”, comentó. La Vozobservó a media mañana a trabajadores escobillando las calles que circundan la plaza principal de ese sector.

Los vecinos tampoco vieron mejoras sustanciales en barrio Cabo Farina, también en la zona sur. “Acá siempre se anuncian mejoras en la recolección de la basura pero la verdad es que la cosa sigue igual desde hace rato”, se quejó Martín Mondino. A metros de su pollería, en Armada Argentina 565, un contenedor desbordaba de basura y un poco más allá, una cantidad de bolsas atadas a un cesto esperaban por los recolectores.

Fuente: La Voz