Brasil: Difunden dos cartas en defensa de la democracia
El segundo manifiesto juntó casi un millón de firmas, entre ellas las de Lula y de Cardoso, y tiene el respaldo de la burguesía industrial (FIESP), financiera e intelectual.
12/08/2022 EL MUNDOEl segundo manifiesto juntó casi un millón de firmas, entre ellas las de Lula y de Cardoso, y tiene el respaldo de la burguesía industrial (FIESP), financiera e intelectual. El presidente Bolsonaro dijo que quienes los firman son caraduras y que él lucha por la libertad y la verdad.
Luego de los ataques al sistema electoral brasileño por parte del presidente Jair Bolsonaro, se leyeron este jueves dos cartas en defensa del Estado democrático en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Pablo (USP) frente a una multitud.
El segundo manifiesto llamado “Carta a los brasileños y brasileñas en defensa de Estado Democrático de Derecho”, leído por cuatro profesoras de la USP y que juntó casi un millón de firmas, tiene el respaldo de la burguesía industrial (FIESP), la financiera y la intelectual.
Además, la carta cuenta con el respaldo de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso, que la firmaron. La misiva tiene el mismo nombre que otro manifiesto presentado en el 1977 en el que se demandaba la apertura democrática en plena dictadura y que, simbólicamente, fue publicado en la misma fecha.
Por otro lado, la lectura de la primera carta se llevó a cabo en el Salón Noble del Colegio, impulsada por la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp) empresas y sindicatos. Este documento fue firmado por ocho de los nueve precandidatos presidenciales registrados al momento, con la excepción de Bolsonaro quien ha criticado los documentos y cuestionado las garantías electorales en Brasil.
«Tras 200 años de Independencia en Brasil, deberíamos estar pensando en nuestro futuro, en cómo resolver problemas graves relativos a la educación, la salud, la economía… pero estamos dedicados a impedir retrocesos», dijo el rector de la Universidad de Sao Paulo (USP) Carlos Gilberto Carlotti Junior, al inaugurar el acto que reunió a unos 800 juristas, profesores, empresarios, líderes sindicales y de ONG.
Mientras, afuera de la universidad, miles de personas ondeaban banderas y alzaban pancartas contra Bolsonaro con lemas como «Respeta el voto, respeta el pueblo». En el mismo sentido, frente al edificio, un grupo de estudiantes y religiosos del colectivo Banquete entregaban pan en protesta contra el aumento de la inseguridad alimentaria y el hambre en Brasil. “Con el estómago vacío no hay democracia”, señalaban los carteles.
El líder del Partido de los Trabajadores, Lula da Silva, manifestó, por su parte, su apoyo a través de sus redes. “Defender la democracia es defender el derecho a la alimentación de calidad, al buen trabajo, al salario justo, al acceso a la salud y a la educación”, publicó el candidato presidencial y favorito en todas encuestas de cara a los comicios de octubre.
El presidente Bolsonaro rechazó estos manifiestos asegurando que quienes los firman son caraduras y que él lucha por la libertad y la verdad. En un encuentro con legisladores afines, calificó de antidemocráticas las medidas adoptadas por gobernadores durante la pandemia de covid-19 y reclamó que en ese entonces nadie decía la palabra democracia.
Se reunió con quienes criticaba
Bolsonaro recibió en el Palacio del Planalto a los jueces designados para presidir el Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes y Ricardo Lewandowski, objetivos recurrentes de algunos de sus más virulentos ataques, a quienes les pidió unas elecciones transparentes y tranquilas.
En una reunión cordial y sin tensiones celebrada este miércoles, Bolsonaro recibió de manos de los jueces las invitaciones para que asista a la toma de posesión de sus cargos como presidente, en caso de De Moraes, y de Lewandowski, como vicepresidente, del TSE, prevista para la semana que viene.
Según el diario brasileño O Globo, la conversación entre los tres fue positiva. Desde el lado del Gobierno aseguran que confían que haya servido para iniciar una nueva etapa en las relaciones entre Bolsonaro y De Moraes, quien está encargado de algunas de las causas que el presidente brasileño tiene abiertas en el Tribunal Supremo.
Por su parte, desde el TSE no están muy convencidos de cuánto puede durar este buen clima y sospechan que la cercanía de la campaña electoral puede estar detrás de este cambio de actitud, teniendo en cuenta que durante el último año Bolsonaro ha intensificado sus ataques a De Moraes y a otros jueces del Supremo.