Brasil padece el ajuste: La economía cayó un estrepitoso 5,3 por ciento

Así lo informó el Banco Central brasileño, que mes a mes confirma el proceso de recesión notable que atraviesa el principal socio comercial de la Argentina. El impacto para el mercado interno argentino no es menor.

Así lo informó el Banco Central brasileño, que mes a mes confirma el proceso de recesión notable que atraviesa el principal socio comercial de la Argentina. El impacto para el mercado interno argentino no es menor.

La economía de Brasil sigue mostrando un fuerte deterioro, al registrar una contracción del 5,3 por ciento en los últimos doce meses, en la medición de mayo. Así lo informó el Banco Central brasileño, que mes a mes confirma el proceso de recesión notable que atraviesa el principal socio comercial de la Argentina.
El impacto para el mercado interno argentino no es menor, puesto que la situación de Brasil frena las exportaciones industriales, principalmente de vehículos automotores. Las dificultades de la actividad económica brasileña comenzaron a principios de 2015, cuando el equipo económico lanzó un programa de ajuste ortodoxo con devaluación, suba de la tasa de interés y recorte del gasto público, medidas que terminaron generando el estancamiento de la demanda agregada con mayores presiones para el proceso inflacionario.
El paquete económico brasileño no fue muy distinto al implementado en los últimos meses por la gestión de Cambiemos, que avanzó con una megadevaluación con ajuste del dólar del 60 por ciento, el aumento de 10 puntos de la tasa de interés de referencia en moneda local y la reducción de las erogaciones estatales con recorte de subsidios.
El resultado tampoco fue muy distinto para el mercado local, con una economía que pasó de crecer del 2,4 por ciento a caer alrededor del 1 por ciento y una inflación que casi se duplicó, pasando del 26 a 45 por ciento interanual en menos de seis meses.

En 2015, la economía brasileña había registrado un retroceso del 3,8 por ciento, al tiempo que los principales consultores del mercado de ese país estiman para 2016 una nueva contracción del 3,3 por ciento. La economía no es la única dificultad del principal socio comercial del país, sino que pasa por una importante tensión política, en la que se suspendió por 180 días a la presidenta Dilma Rousseff y se está evaluando la remoción definitiva de la mandataria.

Además de la fuerte caída del PIB, se observa una elevada inflación en Brasil, que en 2015 cerró por primera vez en la última década en dos dígitos (10,7 por ciento). El Banco Central brasileño aplica un programa de metas de inflación, por lo que se ve constantemente obligado a subir la tasa de interés de referencia en moneda local, que ya se ubicó en 14,25 por ciento anualizada, uno de los niveles más elevados de las últimos diez años.
La propuesta ortodoxa de metas de inflación es otra de las medidas económicas que el nuevo Gobierno de la Argentina pretende replicar. Federico Sturzenegger, el presidente del BC, anunció que el país ingresará formalmente al esquema de metas de inflación en septiembre, aunque en los últimos meses ya viene intentando controlar el proceso inflacionario a través de la tasa del manejo de la tasa de interés con operaciones de mercado abierto. Los resultados no fueron los esperados por los funcionarios.

Fuente: El Once