Brasil: Un plan de obras que apunta a privatizar
El programa Crecer que pondrá en marcha Temer significa un cambio radical frente al gobierno de la suspendida Rousseff. La empresa estatal Infraero no tendrá más participación en los aeropuertos. Cuatro de ellos dejarán de estar en manos del Estado.
06/06/2016 EL MUNDOEl programa Crecer que pondrá en marcha Temer significa un cambio radical frente al gobierno de la suspendida Rousseff. La empresa estatal Infraero no tendrá más participación en los aeropuertos. Cuatro de ellos dejarán de estar en manos del Estado.
El gobierno interino de Brasil prepara un plan de infraestructura que incluye concesiones, sociedades mixtas y privatizaciones. Se trata de una decidida reducción del papel del Estado en los proyectos de obra pública y de un aumento en la participación de las empresas extranjeras. Entre las medidas apuntadas figura la eliminación del límite a la tasa de retorno de ganancias de las empresas que ganen concesiones en rutas, autopistas, puertos y aeropuertos.
“En la vida, quien fija el precio es el mercado, entonces este es uno de los problemas que vamos a resolver con las nuevas concesiones a privados”, dijo Wellington Moreira Franco, titular de la Secretaría de Programas de Sociedades e Inversiones de la Presidencia y uno de los hombres fuertes del gobierno del presidente interino Michel Temer.
Moreira Franco participó en San Pablo de un encuentro con la Asociación Brasileña de Infraestructura (Abdib), entidad que agrupa a empresas de ingeniería, entre ellas las acusadas de sobornar funcionarios y sustentar ilícitamente campañas políticas involucradas en la Operación Lava Jato, que investiga la corrupción en Petrobras.
Entre las novedades que el gobierno de Temer mostrará en las próximas semanas, con el lanzamiento del programa de infraestructuras “Crecer”, es que habrá un cambio radical frente al gobierno de Dilma Rousseff. Por ejemplo, la empresa estatal Infraero no tendrá más participación en los aeropuertos que serán concesionados, y que dependerán totalmente de la iniciativa privada. Hasta el momento, Infraero tenía 49 por ciento en todos los aeropuertos con participación privada, tal el modelo aplicado por el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, en el cual fue ministro de Aviación Civil Moreira Franco, uno de los negociadores más importantes del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), que respaldó el juicio político de la mandataria.
“Siempre estuve en contra de ese modelo porque Infraero no tiene condiciones económicas, el Tesoro asumía eso. No hay posibilidades de asumir el 49 por ciento del consejo de administración de un aeropuerto. Eso cambiará no por sentido común, sino porque el Tesoro no tiene dinero para poner”, dijo Moreira Franco.
En el horizonte próximo, 4 aeropuertos en manos del Estado serán privatizados en su totalidad con una concesión de 30 años con el nuevo modelo que aplicará Temer mediante la secretaría de Moreira Franco: son las estaciones aéreas de Florianópolis (estado de Santa Catarina), Porto Alegre (Rio Grande do Sul), Salvador (Bahia) y Fortaleza (Ceará).
Moreira Franco afirmó que quiere incentivar la inversión privada tanto brasileña como extranjera en ingeniería para obra pública, quitando un elemento que los empresarios reclamaban del gobierno de Rousseff, un límite de la tasa de ganancia y con ello reinvertir.
“Con relación a la tasa de retorno de la concesiones, debo decir que la respuesta está en el mercado. Si una persona compra un kilo de arroz y está caro, esa persona busca otro lugar para comprarlo. Es una relación entre consumidor y mercado, que tiene la última palabra. Tendremos reglas generales para que los sectores se organicen”, dijo el ex gobernador de Rio de Janeiro.
Para el funcionario, la intervención del Estado en las concesiones a privados “ya fue”. “Es absurdo imponer una participación mínima del Estado. Nosotros vamos a crear un ambiente de inversiones para que el país vuelva a crecer y podamos generar empleo”, comentó. Puso como ejemplo el proyecto del senador José Serra, hoy canciller interino, que elimina la obligatoriedad de la estatal Petrobras en participar de la explotación del petróleo en el pre-sal, los megacampos petroleros submarinos en el Atlántico, frente a las costas de los estados de Río de Janeiro y San Pablo.