Butalón Norte está muy cerca de tener su ansiado puente
11/07/2014 MUNICIPIOSComunicará al paraje con Las Ovejas.
A unos 100 kilómetros de Chos Malal se está terminando de emplazar una pasarela peatonal y vehicular, una de las obras más anheladas por los vecinos del paraje Butalón Norte que mejorará la comunicación con el Departamento Minas.
De esta manera, esta infraestructura metálica reemplazará el viejo y precario cajón de madera utilizado por los vecinos para cruzar el río Neuquén.
El precario método de traslado se implementó en el año 2008 a raíz de una crecida que destruyó el puente. Se accionaba en forma manual y solo permitía el traslado de hasta 200 kilogramos por viaje.
A partir de una inversión de 9.500.000 de pesos se construyó la pasarela peatonal y vehicular que está a punto de ser inaugurada.
La pasarela metálica fue construida por una empresa de Centenario y debió ser transportada más de 500 kilómetros para arribar a su lugar de emplazamiento. Su traslado, concretado en abril pasado, requirió de un sistema de coordinación vial y de seguridad debido a las grandes estructuras que componen la obra.
También se utilizaron grúas especiales para ensamblar las piezas que conforman la pasarela.
La vieja modalidad del “cajón” tirado por cables y roldanas, que durante años sirvió para cruzar el caudaloso río, sufría permanentes desperfectos y en numerosas ocasiones provocó lastimaduras a los habitantes del paraje.
Los vecinos del lugar consideran que esta obra permitirá no solo conocer otro de los hermosos lugares con que cuenta el norte de la provincia, sino también convertirse en un circuito turístico de gran belleza que integra a las localidades de Huinganco, Andacollo y Las Ovejas.
Hace unos meses atrás, durante la visita del gobernador Jorge Sapag, el director de la Escuela 246, Roberto Metralier, señaló que para el establecimiento la obra permite que los chicos puedan poder salir tranquilos y dijo que en la actualidad los que terminan la primaria tienen más de una hora de viaje hasta Las Ovejas. Luego, explicó: “Cada vez que llevábamos cajas de leches a la escuela, teníamos que pasar el cajón hacia un lado, recibirlo, llevarlo a la escuela y volver”.