El cachetazo menos esperado: el banco de los cooperativistas endurece condiciones para PYMES

El Banco Creedicoop, otrora autotitulada “la banca solidaria” endureció los requisitos y retacea beneficios para sus clientes, justo cuando la coyuntura es la más negativa en décadas a partir de las consecuencias de las políticas del Gobierno.

El Banco Creedicoop, otrora autotitulada “la banca solidaria” endureció los requisitos y retacea beneficios para sus clientes, justo cuando la coyuntura es la más negativa en décadas a partir de las consecuencias de las políticas del Gobierno.

Justo cuando el mundo PYME, acosado por tarifazos, caída de las ventas y apertura de importaciones, producto de las decisiones del gobierno de Mauricio Macri, empieza a mirar a los bancos para conseguir algo de oxígeno que permita subsistir, pasan las cosas menos pensadas.

Desde hace casi un año se sabe que las pequeñas y medianas empresas pasaron a ser consideradas «de alto riesgo” a partir del cambio de la política económica. El sector financiero, ávido por conseguir rentabilidad a cualquier costo, recortó inmediatamente servicios esenciales, vinculados al financiamiento, por temor a situaciones de insolvencia.

Sólo el 30 por ciento de las PYMES industriales obtuvo préstamos bancarios, afirmó recientemente un estudio del Observatorio PYME, en el que se consigna que las altas tasas de interés, los requisitos “excesivos” que se solicitan, la “burocracia” y la “desconfianza” hacia el sector financiero explican esa situación.

Lo que nadie se esperaba es que la política de endurecimiento llegara a la “banca solidaria”. Es que el Banco Credicoop, que desde hace 60 años se jacta de ser una institución sin fines de lucro, no dejó de financiar proyectos culturales ni de pautar en medios afines, pero sí le “soltó la mano” al mundo Pyme.

En lugar de financiar la producción, la Banca Solidaria se subió al festival de consumo: lunes de shoppings, viajes en Aerolíneas, ahorro en pinturas, compras en la cadena del megaempresario macrista Alfredo Coto, en lugar de líneas de crédito para la producción.

En las últimas semanas, fueron varios los empresarios que se retiraron cabizbajos de las sucursales del banco o que se trenzaron en discusiones telefónicas con gerentes. Los motivos son los mismos: achique del descubierto, cancelación de operaciones de crédito y falta de flexibilidad para buscar soluciones en una coyuntura desfavorable.  Es que, se sabe, la solidaridad empieza por casa.

Fuente: InfoCielo