Caen como fichas de dominó
En los últimos días se conocieron nuevos sectores afectados por cierres de plantas de producción y despidos de personal.
05/12/2018 MUNICIPIOSEn los últimos días se conocieron nuevos sectores afectados por cierres de plantas de producción y despidos de personal. Luego de haber dado de baja a todo el personal contratado, la fábrica plástica Navegante, de la localidad puntana de Naschel despidió a 40 trabajadores y sus autoridades no descartaron el cierre definitivo de la planta. La empresa justificó el recorte en la “baja producción de los últimos meses”. También se informó el cierre de la textil SportTech, que dejó a 62 empleados en la calle, y de la tradicional confitería marplatense Piazza, que afectó a otras 20 familias.
“Sabemos que hay una crisis laboral a nivel país, que hoy nos ha afectado a nosotros”, declaró Pablo Alaniz, delegado de los trabajadores de la firma Navegante. La planta está ubicada en Naschel, del departamento Chacabuco (San Luis), y cuenta con más de 200 empleados. Produce bolsas, telas media sombra e hilo plásticos. Hace dos meses que la empresa comenzó con los recortes de producción derivados de los menores niveles de venta. Según explicó el delegado, los despidos comenzaron con los empleados de menor antigüedad dentro de la fábrica (de 3 a 5 años). Previamente se había dado de baja a los contratados.
Por su parte, la textil SporTech cerró su planta, con la que fabricaba de manera tercerizada indumentaria para las marcas Adidas, Nike y Puma, especialmente camisetas de fútbol. La empresa, ubicada en el Parque Industrial Villa Flandria (Buenos Aires), alega no poder pagar ni las indemnizaciones. “La fábrica se repliega a la planta que tiene en San Martín, donde trabajan 120 personas”, explicó el secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil (AOT), Ignacio Lopolito.
En Mar del Plata, Piazza, ubicada en Alem y la costa, cerró sus puertas y despidió a sus 20 empleados. Anteriormente había corrido la misma suerte la emblemática confitería La Boston. Tras varias décadas de funcionamiento, Piazza tomó la decisión de cerrar en medio de la recesión económica. Tenía deudas con la AFIP, de aportes patronales y en invierno habían reducido de ocho a cuatro horas la jornada laboral.