Caída de los partidos verdes en una Europa

Los partidos ecologistas van a perder un tercio de la representación parlamentaria que ostentaron en los últimos cinco años en Europa

Los partidos ecologistas van a perder un tercio de la representación parlamentaria que ostentaron en los últimos cinco años en Europa

Los partidos ecologistas se han desplomado en prácticamente todos los estados miembros de la Unión Europea (son 27 países) y por ello han pasado de ser el cuarto grupo con mayor representación a convertirse en los sextos en el nivel de preferencias en Europa.

En Alemania, el país más poblado de la UE, los partidos ambientalistas sufrieron una catástrofe comicial: obtuvieron apenas 12 eurodiputados, nueve menos de los alcanzados en 2019. En Austria, les han fagocitado uno de los dos escaños que poseían. En Francia, las cosas también salieron mal: «Les Verts» se quedaron sin la mitad de sus asientos tras arañar apenas cinco curules.

El continente marcha hacia una clara «derechización» ya que la agenda política se centra ahora en el temor a una conflagración con Rusia y a la llegada masiva de inmigrantes de origen africano, asiático y latinoamericano.

¿Quiénes quedaron en el podio de los más votados para ir a Bruselas?
El Partido Popular Europeo ha conseguido 189 escaños y se mantendrá como la primera fuerza comunitaria, mientras que la Alianza de los Socialistas y Demócratas europeos será el segundo grupo con 135 eurodiputados. Los liberales revalidan su tercer puesto pese a perder una quinta parte de sus representantes y quedarse en 83 escaños.

La gran duda que surge ahora es la siguiente: ¿la «grieta» seguirá estando entre la centroderecha (Partido Popular) y la centroizquierda (Partido Socialista) o bien se reunirán las agrupaciones de centro para frenar el arrollador avance de las propuestas ultras?

Tras la pandemia, imaginábamos una Europa teñida de verde
La pandemia de Covid-19, con su correspondiente cuarentena y encierro, hizo creer en las chances de un Pacto Verde europeo como motor de salida a la penuria de 2020-2021. Pero, la irrupción de la guerra en Ucrania a principios de 2022 cambió el mapa.

La inflación, la energía y la migración con escasos controles se transformaron en los temas infaltables en la agenda periodística, política y económica de las grandes capitales occidentales.

El avance de Marine Le Pen en Francia y el filo nazi AFD (Alternativa para Alemania) demuestran, una vez más, que lo urgente se devora a lo trascendente.

La derecha logró instalar que fueron muy negativos los sacrificios exigidos por los gobiernos comunitarios a las clases trabajadoras en pos de apurar la transición ecológica. Cambiaron el paradigma acerca de que «verde es futuro» por uno falso que sugiere que «verde es menor actividad económica».

Fuente: Uno