Calzado: 60 fábricas santafesinas están en jaque por la caída del consumo

Alberto Serra, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Santa Fe, destacó que la situación en las empresas de la provincia "es muy complicada"

Alberto Serra, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Santa Fe, destacó que la situación en las empresas de la provincia «es muy complicada»

La industria del calzado es uno de los sectores afectados por la fuerte caía del consumo. Este sector, que tiene en Santa Fe uno de los tres polos de producción más importantes del país, vio caer las ventas entre 40% y 70%, dependiendo del segmento. El escenario presenta algunos matices si se trata de calzado de dama, de hombre, de seguridad o deportivo, pero todos los segmentos están castigados por “una fuerte recesión”. Ni siquiera la llegada del anticipado invierno logró dinamizar el consumo, si bien se registró algún tipo de movimiento en busca de calzado de abrigo, el nivel de ventas no se acercó a lo habitual para la época.

Alberto Serra, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Santa Fe, analizó el ritmo de la actividad casi al cierre del primer semestre del año y advirtió que la situación «es muy complicada». En ese sentido, indicó: “Estamos hablando de unas 60 fábricas en la provincia, pequeñas, medianas y alguna bastante grande que están afectadas principalmente por la baja de consumo. Al igual que otros sectores, como indumentaria, muebles o línea blanca, tenemos el mercado interno como destino principal de nuestros productos. Esta fuerte recesión está afectando a la actividad productiva, complicando mucho la continuidad de las empresas, ni hablar de crecimiento o desarrollo».

El referente de los empresarios del calzado de la provincia explicó que la variedad de productos que fabrican es muy amplia, desde una ojota, un calzado de seguridad hasta un borcego o un zapato de dama o de hombre. La caída de las ventas es diferente para cada caso pero precisó que “el promedio estaría entre un 40 y un 70%”.

“La caída en el consumo de calzado de hombre, por un menor hábito de compra, cayó en un porcentaje mayor, ya que se difiere la compra en función de priorizar otros gastos. Debo reconocer que el frío anticipado movió levemente el consumo en algunos comercios, por una cuestión de necesidad, pero ese pequeño alivio no se ve en la fábrica porque hoy se está comercializando el zapato de invierno que se fabricó hasta abril. Hoy tengo la fábrica desarrollando colecciones para verano pero tengo junio y julio y hasta agosto no vuelven a facturar, no vuelven a entregar. Es una situación complicada», explicó Serra sobre la actualidad productiva de las fábricas de la provincia.

Santa Fe es uno de los tres polos productivos del calzado más importantes del país, junto a Córdoba y Amba. Históricamente representa entre un 15% y un 20% de la producción total. Serra apuntó que la provincia tiene una característica muy especial: se produce calzado de buena calidad, con buen diseño, destinado a un mercado de un poder adquisitivo medio. También existen algunos polos productivos cercanos a Rosario en los que «se hace un calzado un poquito más económico y también tiene su mercado y tiene su importancia».

Caída del empleo en Santa Fe
En la actual coyuntura el nivel de empleo en el sector también cae. “Es el reflejo claro de la situación que estamos pasando, ya a fines del año pasado se podía notar de que si alguna persona renunciaba o se jubilaba no se reponía el puesto de trabajo. Hasta abril hemos detectado una baja aproximadamente del 20% de las dotaciones, y algunas empresas tuvieron una baja importante en números porque ahí tienen muchos trabajadores. Esto ha ocurrido en Rosario, Arroyo Seco y Acebal. En los lugares de mayor desarrollo y mayor empleo está ocurriendo este desgranamiento y no vemos que se corte, que haya habido algún ajuste y se terminó”, subrayó Serra en diálogo con el programa radial «La banda cambiaria».

En ese sentido, advirtió que «vienen dos o tres meses muy difíciles” para las fábricas. “Lo que menos quiere hacer una pyme es desprenderse de un trabajador porque después cuando se reactiva la actividad es muy difícil recuperarlo y es bastante difícil formar un trabajador del sector con el oficio pero esto está ocurriendo”, señaló sobre la realidad de un sector que reúne a miles de trabajadores ya que la cadena del calzado está integrada por proveedores de diversos rubros: metalúrgicos, cuero, sintético, adhesivos, embalajes.

La competencia y las importaciones
Sobre el impacto de la apertura de las importaciones, especialmente del vecino Brasil, y cómo juega la llegada de mercadería extranjera, Serra dijo que aunque el sector siempre se vio amenazado especialmente por los productos que llegaban del vecino país planteó que el problema hoy es que “no se consume ni importado ni nacional». Pero desde la cámara encendieron las luces de alerta respecto de lo que pueda ocurrir en el verano.

“En otras épocas había mucha diferencia de precio y se había priorizado la compra de calzado importado. Hoy la amenaza para la temporada de verano es bastante seria. Hace una semana hubo una exposición importante de calzado en San Pablo y estaba lleno de argentinos comprando. Eso se va a ver con el calzado de verano, ojotas y sandalias de Brasil que son su fuerte. Ahí lo vamos a sentir”, detalló.

Como salida a este escenario, Serra advirtió que “probablemente haya una tendencia a que el productor de calzado nacional o santafesino a lo mejor complete su línea importando. “Somos defensores de la industria nacional, pero admitimos que es una forma de sobrevivir. Preferimos esa alternativa a que grandes importadores, empresas solamente comerciales, sean las que ocupen todo esta franja de importaciones”, resaltó sobre el escenario que se viene en breve.

Fuente: La Capital