Caminata de fe de los mineros salteños
Los peregrinos de la Puna conforman el grupo más grande que realiza la peregrinación en toda la provincia, convocando a mineros y pobladores en general.
13/09/2017 MUNICIPIOSLos peregrinos de la Puna conforman el grupo más grande que realiza la peregrinación en toda la provincia, convocando a mineros y pobladores en general. Este año se suman personas que vienen desde Buenos Aires, Uruguay y Francia, entre otros países.
Medio centenar de peregrinos mineros partieron el viernes pasado desde mina Patito para iniciar la caminata que culminará en la Catedral salteña para rendir culto al Señor y la Virgen del Milagro el próximo viernes.
Luego de recorrer 50 kilómetros llegaron a la localidad de Santa Rosa de los Pastos Grandes y, el día sábado, caminaron 70 kilómetros para arribar a San Antonio de los Cobres y desde allí continuar hasta Salta Capital.
Durante el camino que emprendieron los fieles mineros, acompañados por monseñor Dante Bernacki (quien desde hace años inicia su recorrido en mina Patito), se fueron sumando otros peregrinos, provenientes de otras minas y de otras localidades de la zona, quienes se reunieron en San Antonio de los Cobres para continuar la marcha hacia la plaza central salteña.
El secretario de Minería, Ricardo Blasco, expresó que “resulta emocionante ver el compromiso de estos trabajadores con sus creencias, con su fe y devoción, haciendo todos los años, voluntariamente, esta entrega por salud y por trabajo. Está latente el temple del trabajador minero y los valores de solidaridad, de integridad y de esperanza que cultivan. Realmente quiero agradecerles por su ejemplo y deseo con sinceridad el mayor bienestar para ellos y sus familias”.
Flavio Abán, técnico de la Secretaría de Minería, realiza desde hace cinco años la caminata acompañando a su sobrino en esta peregrinación que tiene casi 30 años de historia.
Comenta Flavio que lo más impactante que ha vivido es la gran solidaridad que se manifiesta entre los más de 2.500 peregrinos que hacen esta caminata de fe, rezando y reflexionando. Y relata “hasta cuando uno siente el intenso frío de la zona los demás te cuidan, acercándose para darte calor corporal, o abrigándote compartiendo un poncho. Descubrí también la gran fortaleza que habita dentro del ser humano y que aparece en situaciones difíciles; el amor y la fraternidad de los compañeros de camino hacen que uno pueda terminar la difícil travesía”.
Los mineros
Los trabajadores de mina Patito realizan desde el año 2008 esta caminata de 290 kilómetros, para pedir que no falte el trabajo en las minas de la zona, que son de las principales generadoras de puestos de trabajo en la Puna salteña. También agradecen todas las bendiciones recibidas en el último año, pidiendo salud y paz para sus seres queridos y para el mundo.
En el recorrido, iniciado el viernes pasado, atravesaron el Abra de Gallo, la parte más alta del camino, a 4630 metros sobre el nivel del mar, por Ruta Provincial Nº 129. Este grupo de mineros avanza acompañado de familiares y mineros de Sijes que se fueron sumando al grupo inicial.
Desde el año 2011 se conoce esta peregrinación como “De los Mineros” por la cantidad de trabajadores del sector que iniciaron este recorrido desde mina Patito.
Patito es un yacimiento de mineral Ulexita (boratos), y se ubica en el Salar de Centenario a casi 4.000 metros de altura sobre el nivel de mar. Esta mina se encuentra activa hace más de 15 años, y de ella se extrae este mineral de boratos que a simple vista es de color blanco y textura arenosa sedosa. Se utiliza en la industria de la cerámica, farmacia, construcción, vidriados y agroindustria, y se exporta a distintos países del mundo.
Junto con el grupo de peregrinos mineros caminan miembros de empresas mineras, oriundos de Salta Capital e incluso de otros países, acompañando a sus empleados y familiares.
Diversas empresas mineras de la zona colaboran también con apoyo económico, logístico y organizativo. Asimismo, este año, empleados de la Secretaría de Minería de Salta, realizaron una colecta para poder comprar agua y frutas, apoyando este profundo acto de fe.