Casi 50 familias están aisladas en el Este catamarqueño
Residen en Los Pérez, Cuchinoque y Casa Santa. Otras familias debieron ser evacuadas.
13/05/2016 MUNICIPIOSResiden en Los Pérez, Cuchinoque y Casa Santa. Otras familias debieron ser evacuadas.
Las lluvias no dan tregua en el Este catamarqueño y la situación se complica con el correr de las horas y de las lluvias que no cesan. Algunas comunidades ya están aisladas por la crecida de ríos y las rutas intransitables. En Los Pérez, Cuchinoque y Casa Santa, unas 45 familias, hasta ayer a la tarde, permanecían aisladas. Personal de Defensa Civil de la localidad de Los Altos se acercaron para evacuar a algunas familias. Solamente en bote pudieron brindar asistencia.
Fuentes consultadas señalaron que por la crecida del Río El Pensamiento, quedó cortada la Ruta Provincial N° 27 y, en consecuencia, quedaron aisladas las comunidades de Cuchinoque, Casa Santa, Agua Dulce, La Bajada y Los Molle.
Sobre la Ruta Provincial N° 21, por la crecida del Río Manantiales, las localidades de Las Parcelas, Manantiales y Alijilán permanecen aisladas. En tanto que la crecida del Río El Puesto causó estragos sobre la Ruta Provincia N° 6, aislando a Alijilán, Las Tunas y Bañado de Ovanta.
También se destacó que si bien los Ríos de Bañado de Ovanta, El Abra y Huacra tienen su caudal crecido, al tener puente no representan mayor problema. No obstante, en el poblado de Bañado de Ovanta, los vecinos están preocupados y, por temor, se encuentran en estado de alerta por la crecida del río. Esta comunidad, en los dos últimos años, tuvo importantes inundaciones.
Dada esta situación, por precaución, el director de la Escuela de La Rinconada suspendió las clases, debido al temor a posibles inundaciones. El pronóstico para la región del este catamarqueño es poco alentador y se estima que las precipitaciones continuarán hasta el lunes.
Las lluvias complican la situación del este desde hace poco más de dos años. Las constantes precipitaciones hacen mella en los caminos, que se tornan intransitables. Las carpetas asfálticas no terminan de repararse cuando la lluvia vuelve a caer.